TRAIDOR TRAICIONADO

Perseguido a muerte,
sin tregua y descanso
enfrenté como pude
grotescos sicarios,
rodeado por sombras
sedientos de sangre.

Caminé apurado,
a veces con miedo,
oteando el bosque.
¡No pueden descubrirme!
esos perros guardianes
del viejo Estado

Se escuchan disparos
tienen que ser ellos.
Las sirenas ululan,
la gente se protege.
¡Con los puños cerrados
estoy preparado!

Recuerdo a Kafka:
“he sido elegido”,
no existe manera
de huir, vienen ellos
¡imposible carajo!
¡Es él, yo lo conozco!

Los traidores existen.
Él fue un camarada
militó con nosotros,
es más, fue gran cuadro
del glorioso Partido.
¡El más preferido!

Furioso ordena:
¡Disparen bien carajos!
Un pedazo de plomo
me quema en el pecho.
Se sorprende al verme,
no quiere testigos.

Se relame sus labios,
sus ojos de buitre
son vidriosos y fríos,
la boca espumosa
y las manos temblando:
¡disparen en el blanco!

Se ganó una beca,
de viaje a Costa Rica,
a Estados Unidos,
será hasta Ministro.
¡El traidor traicionado!

(Carlos Rafael)