martes, 28 de noviembre de 2023

domingo, 12 de noviembre de 2023

NUESTRA FORTALEZA

Exhausto, el sol desciende sigiloso

detrás de las remotas grises montañas,

las aves apresuradas cual urañas

se esconden en el bosque silencioso.


La tarde va declinando, va muriendo.
 
Es tiempo del recuento que arremete,
 
es tiempo del crepúsculo resistiendo.
 
Arranco aquel negro vil grillete.


Me marcho a la montaña majestuosa,

será mi fortaleza inexpugnable

mi última gran trinchera luminosa.

Ahí continuaré de pie, irreductible.


¿Quebrarme? Fue imposible, y lo saben.
 
Mis cumpas se probaron y arriesgaron,

pasaron de la teoría. Los conocen,

y siguen todavía ¡No transigieron!


Algunos, nos traicionaron ¡Miserables!

De ésos, no faltaron en la contienda.
 
Lograron su condena de despreciables, 

nosotros, nos volvimos una leyenda.


(Carlos Rafael)





sábado, 11 de noviembre de 2023

UNA ABUELA EN LA RESISTENCIA

En mayo de 1976 concluyó el XVI Congreso de la Federación Sindical de los Trabajadores de Bolivia realizado en el centro minero de Corocoro. El país estaba gobernado por la dictadura militar encabezado por el Gral. Hugo Banzer Suarez desde el sangriento golpe militar de agosto de 1971 en contra del gobierno popular del Gral. Juan José Torrez González.

La dictadura militar había cancelado las libertades democráticas, politicas y sindicales El Congreso Minero se realizó bajo estas condiciones, y casi en la semiclandestinidad, donde asistieron los delegados titulares, suplentes, invitados y adscritos. La Federación de Estudiantes de Secundaria de La Paz (FES) fue proscrito al igual que otras organizaciones populares. El movimiento estudiantil de secundaria pasó a la resistencia constituyendo el Comité Intercolegial de Estudiantes de Secundaria (CIES-B) desde la clandestinidad. David Aguilera, hasta entonces  primer ejecutivo de la Confederación de Estudiantes de Secundaria de Bolivia (CESB) y a la vez alto dirigente de la Juventud Comunista de Bolivia como destacamento juvenil del Partido Comunista de Bolivia, fue el principal cuadro que logró organizar y rearticular exitosamente el movimiento estudiantil de secundaria en la línea del enfrentamiento contra la dictadura militar, a partir de sus propias reivindicaciones de caracter gremial, levantando las banderas de la plena vigencia de la FES, y reconocimiento del Servicio Pre-militar. El movimiento estudiantil de secundaria fue parte consecuente de la lucha por la vigencia de la democracia junto a los trabajadores del país, demandando el retiro de las tropas militares de los centros mineros, la libertad de los presos políticos y sindicales, el retorno de los dirigentes  exiliados y confinados, la plena vigencia de las organizaciones sindicales de los trabajadores y campesinos, la vigencia de la autonomía universitaria  y etcétera.

Por el movimiento de los estudiantes de Secundaria de La Paz, asistieron al XVI Congreso de la Federación Sindical de los Trabajadores de Bolivia, como delegados invitados Adrián Ramírez (del Colegio Fabril 18 de Mayo) y mi persona (del Colegio Nal. San Simón de Ayacucho). Entonces, ingenuamente pensé que el Congreso Minero duraría un día, razón por la que no dije nada a mis padres y hermanos sobre mi viaje repentino al Centro Minero de Corocoro. Ellos se preocuparon por  mi ausencia prolongada, ignoraban dónde estaba, desconocían mi paradero. Por mas de un día sin tener ninguna noticia, se alarmaron y se propusieron "deschapar" mi dormitorio porque pensaron que algo malo me había sucedido en su interior. Al no encontrarme, estuvieron a punto de denunciar a la Policía sobre mi desaparición misteriosa. En verdad, el Congreso duró casi seis días, y al volver a mi casa luego de una semana, se alegraron, a tiempo de que me reprocharon por haber desaparecido sin comunicarles de mi viaje. Mi hermano menor que sospechaba de mis actividades políticas, me dijo que había impedido que mi padre acuda a la Policía, pensando que podía ser peor, porque sabía que el gobierno militar perseguía  y detenía a los dirigentes políticos de la resistencia.

 Las conclusiones del XVI Congreso de la F.S.T.M.B. los congresales y el movimiento obrero y popular asumieron militantemente con gran fervor clasista y revolucionario. En junio de ese mismo año, empezaría una huelga general de los trabajadores mineros en contra de la dictadura militar, que efectivamente se hizo real. Nosotros, a la cabeza del movimiento estudiantil de secundaria de la ciudad de La Paz, como parte de la alianza obrero campesino estudiantil, apoyando a la huelga del proletariado minero, salimos a las calles, protagonizando marchas y manifestaciones que se tornaron violentos.  Sucedió que con los estudiantes del Colegio Ayacucho nos dirigimos a los Colegios German Buch, Gualberto Villarroel, Antonio Diaz Villamil y finalmente al Colegio 18 de mayo de la Av. Quintanilla Suazo, donde lancé un discurso antigubernamental que agitó a los estudiantes; y acto seguido, al salir del establecimiento, fuimos interceptados por efectivos policiales y civiles armados. Fue ahí donde estalló un enfrentamiento violento donde un vehículo 110 fue inutilizado por los estudiantes, siendo detenidos  algunos en el lugar. Ví a un estudiante de Colegio 18 de mayo, de nombre Genaro Cuellar (+) que tuvo el valor de hacer frente a los efectivos policiales en medio de la avenida, impidiendo que un vehículo de 110 se desplace en persecución de los demás dirigentes. Entre tanto, aprovechamos para evitar nuestra detención, porque ya habíamos sido identificados como lideres de la protesta. Detrás de mí, tres agentes civiles me perseguían en loca carrera con el propósito de capturarme. Entonces eludiendo a los represores, aparecí en la avenida Apumalla, decidí proseguir en loca carrera hacia arriba después de una esquina, y así cansar a los agentes civiles, quienes me gritaban repetidamente: ¡Alto rojo de mierda o disparamos! Fue entonces que en una esquina vi una habitación con cortina blanca que daba a la avenida, sin pensar dos veces ingresé repentinamente a su interior. En su interior se encontraba una anciana, quién se asustó por el ingreso de un extraño. Angustiado, le dije: “soy dirigente estudiantil, los agentes del gobierno me quieren detener…” Ella, sin pensar dos veces, maternalmente me escondió debajo de un viejo catre de manera. Esperé que en cualquier momento ingresarían los agentes. La abuela decía que me calme, que no sucedería nada malo. En momentos pensé que me delataría, porque salió hacia la avenida, se demoró y volvió para decirme muy contenta: ¡Se fueron! Mi invito un vaso de agua, y me comentó que pronto caería Banzer y que la juventud debe continuar peleando. Luego de unos quince minutos abandoné el lugar, no sin antes de agradecerla y despedirme como camaradas de lucha. A continuación, me dirigí hacia el Colegio Franz Tamayo de la zona de Villa Victoria para continuar con la movilización estudiantil en apoyo a la huelga minera. Recuerdo que los enfrentamientos de los estudiantes y la policía se habían extendido hacia las zonas populares de la ciudad de La Paz (Garita de Lima, Buenos Aires, Cementerio General, y las calles céntricas) Principalmente, arreciaron los choques violentos de los estudiantes contra la Policia en el famoso puente de la zona de Villa Victoria, hasta mas o menos cuatro de la tarde.

Jamás olvido a la abuela antifascista que aquella mañana, impidió mi detención por parte de los agentes del Ministerio de Gobierno del régimen de facto del Gral. Hugo Banzer. Como decía ella, al final, Banzer había caído el año 1978. 

Constantino Escobar

 

 

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viernes, 10 de noviembre de 2023

ODA A LA REVOLUCIÓN

 

Vladímir Mayakovski

A ti
silbada,
burlada,
acribillada,
a ti,
agujereada por enconadas bayonetas,
levanto extasiado,
solemnemente esta oda,
por encima de la marea de insultos.

¡Oh!
¡Oh, bestial!
¡Oh, ingenua!
¡Oh, mezquina!
¡Oh, grandiosa!
¿Qué nombres no te habrán dado?
¿Cómo devendrás aún con el tiempo,
recia arquitectura constructiva,
o simplemente un montón de ruinas?
A ti,
maquinista cubierto de hollín,
a ti,
minero que cavas las moles primigenias de la tierra,
bendito seas,
bendito seas, bienaventurado.
¡Gloria al trabajo humano!
Y mañana,
San Basilio,
catedral de los fieles,
te aclamará con unción,
implorando perdón.
Con tus tenaces cañones,
harás estallar al milenario Kremlin.
“Gloria”,
ruegan con voz apagada en vísperas de la muerte
Aúllan las sirenas apenas sofocadas.
Tú envías a los marineros,
a los hundidos cruceros,
para salvar aún a aquellos,
allí, donde maullaba olvidado el único gato.
Y después,
aullaba una multitud ebria,
los bigotes retorcidos, desafiantes.
Tú echas a culatazos a los canosos almirantes,
desde el puente de Helsinki hacia abajo.
Surgen las heridas del pasado,
y yo de nuevo veo como todo se desangra.
¡Ustedes, cómodos pequeño-burgueses!
¡Oh, malditos sean, tres veces!
Y mis poetas,
¡oh, benditos sean mil veces!