lunes, 31 de julio de 2023

José Montecinos Alfaro, minero socialista hasta la muerte

Nunca se apartó del pensamiento político de Marcelo Quiroga Santa Cruz, de los movimientos revolucionarios que lideró la FSTMB y la COB, de las acciones de resistencia a las dictaduras de Barrientos, Banzer y García Meza, de la “marcha por la vida”, de la defensa de la nacionalización de las minas, de la “guerra del gas”, ni del golpe de Estado en noviembre de 2019.

El Flaco, así lo llamaban afectivamente sus compañeros de la mina en Quechisla (Potosí) por su constitución delgada, pero en verdad toda su vida fue como el roble, fuerte y resistente.  

La Comisión de la Verdad -creada por Ley “para esclarecer los asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y violencia sexual, entendidas como violaciones graves de derechos humanos, fundados en motivos políticos e ideológicos, acontecidos en Bolivia del 4 de noviembre de 1964 al 10 de octubre 1982” - identificó 8.668 civiles victimas en diferentes grados de las dictaduras.

En la clasificación de delitos, en la lista de la Comisión identifica a José Montecinos Alfaro figura como la víctima número 5.125 entre las “víctimas de asesinatos, masacres, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias, confinamientos, persecuciones, exilios y violencia sexual”; es el número 2.709 de los detenidos arbitrarios, el 1.130 de exiliados, el 2.384 de los perseguidos políticos y 3.655 de la nómina de la Comisión Nacional para el Resarcimiento a Víctimas de Violencia Política.

Nació el domingo 7 julio de 1935, murió el domingo 23 de julio de 2023. El peso de los hechos políticos y sindicales que heroicamente soporto sobre sus hombros y la herrumbre del tiempo cobraron el último halito de su vida.

Los 88 años de su intensa vida familiar, sindical, política, vecinal y de reorganización del único partido político al que perteneció, el PS-1 de Marcelo Quiroga Santa Cruz, le dieron distinción en el cuadro de honor de luchadores mineros como él: Édgar “Huracán” Ramírez, Simón Reyes, Juan Lechín Oquendo, Víctor López, Irineo Pimentel, Federico Escobar Zapata, Víctor López, Oscar Salas, José Pimentel, Milton Gómez, Justo Pérez, entre otros.

Las guerras que resistió

El golpe de René Barrientos (1964) llegó cuando tenía 29 años, que ya era minero en Quechisla; el golpe de Hugo Banzer, a sus 36 en la misma mina; el golpe de Luís García Meza, a sus 45 en la sede de la Federación de Mineros en La Paz, en donde acribillaron a Marcelo Quiroga Santa Cruz; la “marcha por la vida” que resistió al neoliberalismo de Víctor Paz, a sus 51; la “guerra del gas” que liquidó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, a sus 68; y la resistencia al golpe de Jeanine Añez, a sus 84.

En cada uno de estos hechos políticos determinantes de la vida no solo de los proletarios, sino también del porvenir del pueblo boliviano, Montecinos Alfaro actuó como roble en cuerpo y espíritu revolucionario. Barrientos lo detuvo como rehén para rendir a los mineros del Consejo Sud, Banzer lo despidió y lo residencio a Oruro con la prohibición de volver a la mina y García Meza lo detuvo y lo exilió a Panamá.

A estas alturas de su vida sindical, se movía como un experimentado luchador. No aceptó como el resto de los mineros rendirse a la “relocalización” o cierre de las minas estatales, participó en la dura y dramática “Marcha por la vida (agosto de 1986)” que se oponía a la privatización de las minas y despido masivo de obreros, sin lograr su objetivo; pero ni ello lo desanimó a seguir luchando a contra corriente del modelo neoliberal privatizante y avasallante aplicada por los herederos de Paz Estenssoro: Jaime Paz Zamora, Hugo Banzer, Gonzalo Sánchez de Lozada, Jorge Quiroga y Carlos Mesa, durante 20 años.

El “compañero Flaco” no demostraba debilidades físicas ni ideológicas socialistas. La modesta casa que obtuvo mediante el liquidado Consejo de Vivienda, en Villa Santiago Segundo, en El Alto, fue su cuartel hasta la hora de su definitiva partida.

Plenamente identificado con las aspiraciones de sus vecinos, entre ellos varios ex mineros, dirigió la Junta de Vecinos y desde allí apoyó la construcción de la “Plaza del Minero”, rodeado de bustos de Juan Lechín, Domitila Barrios de Chungara, Federico Escobar Zapata, Irineo Pimentel, Simón Reyes y Édgar “Huracán” Ramirez; además, impulsó la creación de la “Biblioteca Marcelo Quiroga Santa Cruz”.

Octubre y noviembre…

La figura de José destaco en la “Guerra del gas (octubre 2003)”. Desde Santiago Segundo replicó lo aprendido en el Consejo Sud, allí como en casi todos los centros mineros las movilizaciones eran organizadas cuadrillas o células de autodefensa que repelieron el ataque armado de cientos de militares, apoyados por artillería y aviación.  

En octubre, levantaron barricadas, cavaron zanjas que impedían el paso de tanquetas o camiones de transporte de tropa, obligaron a las tropas de tierra a desplazarse temerosas a sorpresas; montaron guardias nocturnas y diurnas, sistemas de alarma, protección de sus líderes y ollas comunes.

El movimiento popular, que se generalizó en todo el país, con el liderazgo de El Alto, no tenía el propósito de matar ni herir a nadie. No tenía armas de fuego, si petardos y algunas dinamitas, pero los del frente estaban armados como para una guerra convencional.

Cuarenta días, resistieron y al fin “Goni” salió huyendo hacia su verdadera cuna capitalista e imperial: Estados Unidos, dejando más de 60 muertos, 200 heridos y detenidos. La insurrección triunfó y de su mano se mostró al proceso político que andará hacía una nueva Bolivia.

Un segundo episodio que enfrentó el Flaco Montecinos, a pesar de su desgaste físico, fue el golpe de noviembre de 2019. La escena militar y policial ha sido casi similar a la “Guerra del gas”. La planta de Senkata fue nuevamente el nudo de la resistencia popular. Los vecinos de Santiago Segundo se sumaron a la resistencia. Las masacres de Senkata y Sacaba dejaron más de 36 muertes por armas de fuego y más de un centenar de heridos, detenidos y torturados.

Durante el gobierno de J. Añez, junto a “Huracán” Ramírez y otros ex dirigentes y destacados militantes de izquierda participó en el Colectivo Revolucionario Plurinacional (CRP) para denunciar y resistir al gobierno golpista.

En marzo del mismo año, Montecinos fue también protagonista del “Encuentro Nacional de Ex dirigentes y Dirigentes de la COB”, realizado en La Paz, que determinó apoyar y profundizar el proceso de cambio, rescatar el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE) que había caído en manos de grupos de tendencia derechista y que la COB debía participar activamente en el control de la economía nacional y una masiva participación en el poder, no como individuos sino como organización.

José Montecinos Alfaro, reconocido por su labor sindical por Evo Morales, Luis Arce y la Federación de Mineros, salió ileso de las dos “guerras” y de otras batallas político sindicales en las dictaduras, pero la muerte horrorosa de Marcelo Quiroga Santa Cruz (julio de 1980) lo golpeó duramente. Con el líder del PS-1 había mantenido una relación afectuosa, de camaradería, de coincidencias ideológicas y metas con el socialismo.

No perteneció a ninguno de los partidos de izquierda que militaban en los sindicatos proletarios; sin embargo, los apoyo activamente cuando se trataba de marchar juntos por la defensa de las libertades sindicales, políticas, la democracia, la defensa de las minas del Estado, de los recursos naturales, de la soberanía y dignidad; y siguió siendo por años, desde su fundación en febrero de1978 y su pertenencia a la Trinchera Socialista Obrero Revolucionario (TSOR), aun después de la división de su partido en los 80, un orgulloso y altivo militante del PS-1 de Marcelo Quiroga Santa Cruz hasta su hora final.

Nicolás Fernández Motiño
Carl Raúl Ramírez Palenque





No hay comentarios:

Publicar un comentario