A Geny Köeller Echalar
I
Murió con el día puesto, para siempre
sobre el cuerpo,
como si quisiera eternizar
el rayo de su puño.
Murió con la mujer abierta en surco irrevocable
como promesa de luz
creciendo en su silencio
Su muerte ...
Mientras caminas, queda, camarada de qué muerte, menos muerte
que su vida.
Ay... cómo me afrenta mi figura humana
Cómo se sienten de incómodos mis huesos
ordenados como un rompecabezas inservible
mientras caminas, queda camarada de la aurora.
Tu muerte, tan profunda
mas profunda que la vida
abarca las instancias de la siembra
una a una y nos construye una esperanza.
Fuiste mujer, mujer a rienda suelta
por eso te cerraron la palabra
mujer del nuevo tiempo.
Tu muerte es un camino
nos duele a todos juntos, pero crece
nos rescata a la vida, nos encuentra
Enterrarán contigo, sólo el crimen contra el viento
porque tu tumba reventará de gritos de batalla
florecerá un fusil en nuestras manos
y entregaré sus frutos a la historia.
2
Aquí empezó la herida su camino
aquí mismo, donde ayer clavaron un cuchillo
en plena frente de la aurora
aquí señores
comenzó a desangrarse la esperanza.
Un ojo de chacal te vigilaba.
Sí señores, hubo un ojo , cobarde
viscoso, el de la CIA
y sobrevino el luto en los andenes de la lucha.
CIA, CIA, CIA-
La parda figura de la CIA
agazapada acecha
en las cloacas de la historia.
Es generalmente rubia
a veces viste a la moda, usa botas
o se cubre de carroña de sotanas
se alimenta en los cuarteles
es negra, a veces, o morena
pero siempre es ella misma, siempre CIA
hoy dice "okay" tranquilamente
por tu muerte de bandera.
¡Madres - mujeres - novias
colegialas, prostitutas, y beatas!
¿donde la sangre hirviente
que no desborda el rio de la espera?
¿Hasta qué grado del suplicio
queréis - ¡Oh madres... hijas! -
que se lleve esta vergüenza
de enterrar un grito jóven
sin partir la frente del bandido
con el puño de la sangre sublevada?
Aquí empezó la herida su camino
cuando el pretil del odio
rumbeaba el corazón de la kantuta
aquí empezó la vida: ¡mujer del nuevo tiempo!
¡aquí debe nacer, también, una trinchera!
Ramiro Barrenechea
No hay comentarios:
Publicar un comentario