Cada día existo intensamente,
soy síntesis de tú causa
de tu sonrisa invulnerable,
de tu victoriosa primavera,
de tu ánimo que inflama
la brega inquebrantable,
por nuestro hogar y cielo
por nuestro Partido de clase.
Tu pensamiento es mío
y el mío lo es para ti,
tus pasos firmes son míos
y los míos te siguen.
Tú, la rosa roja del amor
y de la rebelión,
tus espinas son tu derecho
a la autodefensa.
Y yo, el clavel rojo del amor
y de la rebelión que se justifica.
Por eso somos conjunción,
coincidencia en el surco,
germen del hombre nuevo.
Contigo somos unicidad
y cohesión total;
somos columna fundamental
del temple de oro y
del temple de acero.
¡puño cerrado inabatible
frente al viejo orden!
Pablo Rojas
La Paz, Bolivia
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