A ti ¡Oh! |
domingo, 31 de diciembre de 2023
viernes, 22 de diciembre de 2023
CONFESIÓN OLÓGRAFA
martes, 12 de diciembre de 2023
ASALTO GENERAL
domingo, 3 de diciembre de 2023
EN NOMBRE DE LA DEMOCRACIA
que en el pasado,
de su exterminio por la bestia nazi.
Persiguieron, torturaron y asesinaron
a tus hermanos por hablar su idioma;
quemaron, bombardearon, destruyeron sus escuelas y hospitales.
Lo más criminal y execrable,
en la puerta de la madre patria,
le pusieron ejércitos, tanques misiles
y también le rodearon con laboratorios
Al final siguieron matando, mintiendo,
proscribiendo el idioma materno
la libertad y los valores occidentales
y dizque del mundo civilizado...
El país de las hamburguesas
y sus Estados vasallos de Europa,
dispusieron ponerte de rodillas;
y descargaron despiadadas sanciones
para su genocidio y exterminio.
Pero, cuando el pueblo de Rusia,
ejerció su derecho a la autodefensa,
le llamaron invasor, criminales, asesinos, malditos, terroristas y etc.
Los analistas, intelectuales de marras
y demás abyectos "civilizados",
en corifeo satanizaron a Rusia:
¡Eres el enemigo número uno
de los ”civilizados"!
¡Eres un carnicero!
¡Eres un asesino!
¡.. !
#Aguilita voladora#
martes, 28 de noviembre de 2023
domingo, 12 de noviembre de 2023
NUESTRA FORTALEZA
detrás de las remotas grises montañas,
las aves apresuradas cual urañas
se esconden en el bosque silencioso.
La tarde va declinando, va muriendo.
Es tiempo del recuento que arremete,
es tiempo del crepúsculo resistiendo.
Arranco aquel negro vil grillete.
Me marcho a la montaña majestuosa,
será mi fortaleza inexpugnable
mi última gran trinchera luminosa.
Ahí continuaré de pie, irreductible.
¿Quebrarme? Fue imposible, y lo saben.
Mis cumpas se probaron y arriesgaron,
pasaron de la teoría. Los conocen,
y siguen todavía ¡No transigieron!
Algunos, nos traicionaron ¡Miserables!
De ésos, no faltaron en la contienda.
Lograron su condena de despreciables,
nosotros, nos volvimos una leyenda.
(Carlos Rafael)
sábado, 11 de noviembre de 2023
UNA ABUELA EN LA RESISTENCIA
La dictadura militar había cancelado
las libertades democráticas, politicas y sindicales El Congreso Minero se
realizó bajo estas condiciones, y casi en la semiclandestinidad, donde
asistieron los delegados titulares, suplentes, invitados y adscritos. La
Federación de Estudiantes de Secundaria de La Paz (FES) fue proscrito al igual que otras organizaciones populares. El movimiento estudiantil de secundaria pasó a la resistencia constituyendo el Comité Intercolegial de Estudiantes de Secundaria (CIES-B) desde la clandestinidad. David
Aguilera, hasta entonces primer ejecutivo de la Confederación de Estudiantes de
Secundaria de Bolivia (CESB) y a la vez alto dirigente de la Juventud Comunista
de Bolivia como destacamento juvenil del Partido Comunista de Bolivia, fue el principal cuadro que logró organizar y rearticular exitosamente el movimiento estudiantil de
secundaria en la línea del enfrentamiento contra la dictadura militar, a partir
de sus propias reivindicaciones de caracter gremial, levantando las banderas de la plena vigencia de la FES, y reconocimiento del Servicio Pre-militar. El movimiento estudiantil de secundaria fue parte consecuente de la lucha por la vigencia de la democracia
junto a los trabajadores del país, demandando el retiro de las tropas militares
de los centros mineros, la libertad de los presos políticos y sindicales, el retorno de los dirigentes exiliados y
confinados, la plena vigencia de las organizaciones sindicales de los trabajadores
y campesinos, la vigencia de la autonomía universitaria y etcétera.
Por el movimiento de los estudiantes de Secundaria de La Paz, asistieron al XVI Congreso de la Federación Sindical de los Trabajadores de Bolivia, como delegados invitados Adrián Ramírez (del Colegio Fabril 18 de Mayo) y mi persona (del Colegio Nal. San Simón de Ayacucho). Entonces, ingenuamente pensé que el Congreso Minero duraría un día, razón por la que no dije nada a mis padres y hermanos sobre mi viaje repentino al Centro Minero de Corocoro. Ellos se preocuparon por mi ausencia prolongada, ignoraban dónde estaba, desconocían mi paradero. Por mas de un día sin tener ninguna noticia, se alarmaron y se propusieron "deschapar" mi dormitorio porque pensaron que algo malo me había sucedido en su interior. Al no encontrarme, estuvieron a punto de denunciar a la Policía sobre mi desaparición misteriosa. En verdad, el Congreso duró casi seis días, y al volver a mi casa luego de una semana, se alegraron, a tiempo de que me reprocharon por haber desaparecido sin comunicarles de mi viaje. Mi hermano menor que sospechaba de mis actividades políticas, me dijo que había impedido que mi padre acuda a la Policía, pensando que podía ser peor, porque sabía que el gobierno militar perseguía y detenía a los dirigentes políticos de la resistencia.
Las conclusiones del XVI Congreso de la F.S.T.M.B.
los congresales y el movimiento obrero y popular asumieron militantemente con
gran fervor clasista y revolucionario. En junio de ese mismo año, empezaría una
huelga general de los trabajadores mineros en contra de la dictadura militar,
que efectivamente se hizo real. Nosotros, a la cabeza del movimiento
estudiantil de secundaria de la ciudad de La Paz, como parte de la alianza
obrero campesino estudiantil, apoyando a la huelga del proletariado minero, salimos
a las calles, protagonizando marchas y manifestaciones que se tornaron
violentos. Sucedió que con los
estudiantes del Colegio Ayacucho nos dirigimos a los Colegios German Buch,
Gualberto Villarroel, Antonio Diaz Villamil y finalmente al Colegio 18 de mayo
de la Av. Quintanilla Suazo, donde lancé un discurso antigubernamental que agitó
a los estudiantes; y acto seguido, al salir del establecimiento, fuimos interceptados
por efectivos policiales y civiles armados. Fue ahí donde estalló un
enfrentamiento violento donde un vehículo 110 fue inutilizado por los estudiantes, siendo detenidos algunos en el lugar. Ví a un estudiante de Colegio
18 de mayo, de nombre Genaro Cuellar (+) que tuvo el valor de hacer frente a
los efectivos policiales en medio de la avenida, impidiendo que un vehículo de
110 se desplace en persecución de los demás dirigentes. Entre tanto, aprovechamos
para evitar nuestra detención, porque ya habíamos sido identificados como
lideres de la protesta. Detrás de mí, tres agentes civiles me
perseguían en loca carrera con el propósito de capturarme. Entonces eludiendo a los represores, aparecí en la avenida
Apumalla, decidí proseguir en loca carrera hacia arriba después de una esquina, y así cansar a los agentes civiles, quienes me gritaban repetidamente: ¡Alto rojo de mierda
o disparamos! Fue entonces que en una esquina vi una habitación con cortina
blanca que daba a la avenida, sin pensar dos veces ingresé repentinamente a su interior. En su interior se encontraba una anciana, quién se asustó
por el ingreso de un extraño. Angustiado, le dije: “soy dirigente estudiantil, los agentes
del gobierno me quieren detener…” Ella, sin pensar dos veces, maternalmente me escondió
debajo de un viejo catre de manera. Esperé que en cualquier momento ingresarían los agentes. La
abuela decía que me calme, que no sucedería nada malo. En momentos pensé que me delataría,
porque salió hacia la avenida, se demoró y volvió para decirme muy contenta: ¡Se
fueron! Mi invito un vaso de agua, y me comentó que pronto caería Banzer y que la juventud debe continuar peleando. Luego de unos quince minutos abandoné el
lugar, no sin antes de agradecerla y despedirme como camaradas de lucha. A continuación, me dirigí hacia el Colegio Franz Tamayo de la zona de Villa Victoria para continuar con la movilización estudiantil en apoyo a la huelga minera.
Recuerdo que los enfrentamientos de los estudiantes y la policía se habían extendido hacia las zonas populares de la ciudad de La Paz (Garita de Lima, Buenos Aires, Cementerio General, y las calles céntricas) Principalmente, arreciaron los choques violentos de los estudiantes contra la Policia en
el famoso puente de la zona de Villa Victoria, hasta mas o menos cuatro de la tarde.
Jamás olvido a la abuela antifascista
que aquella mañana, impidió mi detención por parte de los agentes del
Ministerio de Gobierno del régimen de facto del Gral. Hugo Banzer. Como decía ella, al final, Banzer había caído el año 1978.
Constantino Escobar
.
viernes, 10 de noviembre de 2023
ODA A LA REVOLUCIÓN
lunes, 16 de octubre de 2023
ORDEN DEL DÍA PARA CUANDO ME MUERA
El día que yo muera/
nada de llantos, gritos ni lamentos /
un fusil centinela /
las mujeres que me amaron /
hagan guardia de guerra/
que un huracán de cóndores guerreros /
escolte mis canciones y banderas/
cuando un poeta-comunista-muere, amigos /
nada de llanto, nada: puño en alto sobre las cabezas
Luis Nietodomingo, 8 de octubre de 2023
CONFESIÓN DE UN TERRORISTA
"Ocuparon mi pais,
expulsaron a mi pueblo,
anularon mi identidad.
Y me llamaron terrorista.
Confiscaron mi propiedad,
arrancaron mis cosechas,
demolieron mi casa.
Y me llamaron terrorista.
Legislaron leyes fascistas,
instauraron el apartheid.
Destruyeron, dividieron, humillaron.
Y me llamaron terrorista.
Asesinaron mis alegrías,
secuestraron mis esperanzas,
esposaron mis sueños.
Y cuando rechacé todas las barbaries,
y decidi defenderme, ellos… ¡Mataron un terrorista!"
"Confesión de un terrorista". Mahmoud Darwish, poeta palestino.
lunes, 4 de septiembre de 2023
LOS COBARDES
solo tienen, solo gastan
el parecer y el cigarro,
el pantalón y la barba.
En el corazón son liebres,
gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.
Estos hombres, estas liebres,
comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.
¿Dónde iréis que no vayáis
a la muerte, liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?
¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?
Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.
Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.
Vuestro miedo exige al mundo
batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para nuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes ni nada.
Huís y huís, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.
Solos se quedan los hombres
al calor de las batallas,
y vosotros, lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.
Ocupad los tristes puestos
de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.
(Miguel Hernández)
PIDO LA PALABRA
Ciudadanos del mundo,
en nombre de mi patria, pido la palabra.
En nombre de mi pueblo, sencillo como el agua de la acequia,
pido la palabra.
En mi pequeña morada comenzó la patria
allí todos gritaban en las noches cuando el puño del alcohol,
caía sobre el rostro de mi madre, recuerdo la sangre y los nervios,
los nervios en angustia de alambres aprensados;
en las noches ondas, pobladas de llanto y el miedo de los pequeñitos allá,
en la esquina más dolorosa de mi sangre, comenzó la patria.
La escuela vino después,
también la patria estaba allí avergonzada, humillada;
ocultando en los rincones más apartados, sus pies descalzos.
Y la patria me miraba acongojada desde mis propias pupilas nubladas,
desde mis manos vacías y mis sueños enturbiados.
A mi me mostraban la escuela poblada de azules campanas
y la patria cuajada de campos abiertos,
pero, pero mi patria gemía a 4000 metros sobre el nivel del hambre,
hombres que crecía como piedras paridas por la montaña,
desnudos y fríos como peces muertos,
moviéndose a penas, llevando a cuestas su grito
trancado como una roca clavada en lo más hondo, en lo más duro de la tierra.
No señores,
la patria no era solamente la escuela poblada de altas campanas
ni la tierra salpicada de lagos felices,
no era solamente los montes incrustados de cielo,
ni los desfiles en los días de fiesta,
era también la impotencia del hombre
cuando el pan se convierte en gemido detrás de las puertas,
era la muchacha que buscaba su vestido dominguero en la esquina de la noche;
eran las manos crispadas en los mercados,
y el llanto, extendido en las estaciones.
Mi padre borracho era la patria que pesaba sobre mis pupilas,
sobre mis labios, sobre mis zapatos rotos;
y con esa patria a cuestas yo asistí a la escuela.
La maestra, me mostraba siempre una patria
y un cielo a los que nunca pude comprender.
Una patria con héroes, con cerros de plata, con tierras llenas de árboles frutales;
pero yo tenía que regresar a mi casa en las noches, y allí estaba la patria,
en el pan para dos que nunca satisfacía a cuatro,
en las pupilas de mi padre abiertas
como dos diablos encendidos en medio de los niños.
No señores, no.
La patria no sólo estaba en los salones, ni en los discursos de los presidentes,
ni siquiera en la bandera y sus colores.
Yo encontré a la patria botada en mitad de las calles,
mientras la lluvia cercenaba sus carnes.
Yo la vi desgarrarse por coger un pedazo de carne y otro poco de pan,
y lloré su tragedia, porque teniendo hambre, se comió su libertad.
Y mentidme a mi ahora, mentidme.
Yo vi a mi patria en todos sus confines,
la sentí como un garfio clavado en mitad de mi angustia,
la llevé como túnica de yeso por todos mis caminos,
la sentí como el peso de dios sobre el pecado y busqué su voz
para multiplicarla sobre las campanas del tiempo.
Yo vengo en nombre del obrero y sus overoles manchados,
en nombre de mi padre y su vicio,
pagado con la desnudez de sus hijos,
en nombre de mi madre y su voz callada,
en nombre de los niños yo vengo,
en nombre de mi patria estrujada por manos sin salario.
Yo no vengo a pedirles nada, nada que les pertenezca.
Mi pueblo, mi pueblo quiere su paz,
quiere su barco para recoger de playas lejanas un canto de gaviotas nuevas,
quiere sembrar su trigo y levantar sus fábricas,
quiere que sus niños rían,
jueguen y salpiquen los campos como las gotas de rocío al alba,
quiere que todos crezcan a lo largo de los ríos como el trigo,
y que todos se hinchen de sol y de lluvia como las uvas,
en la cuenca dilatada de los valles.
En nombre de mi pueblo,
humilde como la hierba, sencillo como el agua de la acequia,
ciudadanos del mundo,
pido la palabra.
(Eliodoro Aillon Terán)
POEMA No. 2
Porque veo en tu mirar
el deseo de encontrar
el más allá
del presente
¿Conquistar el dos mil?
Porque veo en tu mirar
el lento divagar
entre la paz y la guerra
el orden y el desorden
la quietud y la inquietud
del alma.
Porque veo en tu mirar
el futuro cabalgar
de los potros encabritados
al corazón
de las batallas.
Porque todo eso
veo en tu mirar
te digo:
el mundo te pertenece
¡Salta, conquístalo
Y adiós!
(Elena Iparaguirre)
sábado, 26 de agosto de 2023
LA SOMBRA ÍNTIMA
Quiero explicar
al mundo por mi muerte,
Por mi sencilla muerte
Pero muerte,
Como pájaro sin vuelo.
Yo recorrí la herida pulsando una guitarra,
Para atajar la sangre
Que viste a nuestros niños.
Quise llover mi grito
En la mordaza de los hombres,
Para crecer fusiles
En el hambre legislada.
Mi corazon golpeó todas las puertas.
Él se instaló en la alcoba
Que esconde
En su penumbra
Puñados de jornal
Zurciendo harapos en las noches.
Amaneció en las calles
Con el último gemido
De esos espectros mudos
Que amasarán su pan
Barriendo una esperanza.
Mi corazón hallo su nombre
En ese terco
Sudor de socavones
Engrillados a la muerte.
andó del brazó
Con muchachas
Que no aprendieron nunca
La risa ni el zapato.
Pero está bíen,
No pongan esas caras.
Sé que no importa mucho
Mi paso por las cosas.
No hay más que abrir
Las puertas de la vida,
Para enterrar sin llanto
El despojo de los sueños,
Para enfermar los ojos
Con toda esa miseria
Que nos pudre.
Quise decir tan sólo que estoy muerto,
Mas no de haber andado
Las piedras de mi ruta,
no con la bala al pecho
-parida en los cuarteles-
sino en la mano pétrea
del falso amigo,
del capatáz
geométrico
insensible,
que quiso herrar el pecho
y disecar fusiles en un texto,
para logara, amigos,
cuadricular el corazón
a salivazos.
Esa es la historia.
Mi corazón no pudo con la mierda,
se rebeló por todos sus costados
y se murió
con su universo de canciones.
(Arsenio Maita)
lunes, 21 de agosto de 2023
POEMA No. 1
desgarrado
hasta agrietarse
toca las pupilas
de mis ojos
buscando bañar
mi cuerpo en llanto
Pero mi alma
templada
en acero
rojo comunista
la detiene
y se yergue encabritada
cabalgando
por los voluptuosos
Andes combatientes.
Desafiando
las tormentas
de las estrechas
costas del Pacífico
y deslizándose
suave, tierna
cual espada toledana
por los caudalosos
ríos de la selva.
Es mi tierra,
es mi pueblo,
es la nación
que se está forjando
en ardorosa Guerra Popular
Y entonces, mi pasión
así alimentada
transforma el dolor en fuerza
y lo eleva al canto
y canto:
Ya no será contigo
ni mañana
Pero pronto, muy pronto
¡Todo el poder para el Partido y el pueblo!
(Elena Iparraguirre)
martes, 15 de agosto de 2023
HABÍA UNA VEZ UN “COMANDANTE”
Durante el gobierno de facto del Gral. Luis García Meza, el 3 de agosto de 1981, un grupo de seis jóvenes de la gloriosa “Jota”, siguiendo las instrucciones del Partido, como aproximadamente a las 20:00 p.m. habíamos acudido de manera disciplinada a la hora indicada a la calle Huyustus esquina calle Calatayud de la zona de Callampaya de la ciudad de La Paz. El grupo de jóvenes estaba conformado por tres estudiantes universitarios, dos trabajadores y un estudiante de la normal. Todos abrigados con ropa oscura, llevando disimuladamente debajo de nuestros sacones y parcas, algunos objetos “sospechosos”, aunque jamás nos ordenaron que así lo hiciéramos. Pero, la situación de riesgo que conllevaba las tareas a cumplirse, por iniciativa propia, resolvimos adoptar los recaudos necesarios ante cualquier acción de sorpresa por parte de los elementos represivos del régimen dictatorial.
Ya en el lugar acordado para establecer contacto con el “Comandante”, le esperamos con impaciencia inocultable, y mas de uno de los nuestros no dejaba de expresar preocupación por su demora. Nos dijeron que era un valioso cuadro de gran trayectoria, con una buena formación político militar. Algunos decían conocerlo, afirmaban discretamente que era un “fierrero”. Así se decía en aquellos tiempos a los camaradas y compañeros que estaban convencidos que la lucha armada era la única vía válida para la toma del poder político del viejo Estado, y que una vez demolido el mismo, sobre sus escombros recién construir un nuevo Estado socialista. Se nos instruyó que el grupo debía subordinarse a sus órdenes para cumplir con la misión de tomar la “Radio Continental” de propiedad de los trabajadores fabriles, ubicado en la calle República esquina Av. Quintanilla Suazo (por las cercanías de la Estación Central); y que una vez bajo nuestro control, lanzaríamos proclamas subversivas en contra de la dictadura del Gral. Luis García Meza, y de alguna manera apoyando el levantamiento cívico militar que debía estallar en la ciudad de Santa Cruz a la cabeza del Cnl. Luis Alberto Natuch Buch; y llamar a la movilización popular con consignas ya definidas para que los trabajadores, estudiantes y el pueblo salgan a las calles para derrocar al régimen dictatorial y así reconquistar la democracia.
Luego, el próximo objetivo era tomar la Fabrica Papelera ubicada en la zona de Pura Para, para proveernos de suficiente material de papelería destinada a la impresión de folletos, panfletos, cuartillas, palomitas de agitación y propaganda de apoyo al levantamiento cívico militar de Santa Cruz.
Como sabemos, el Cnl. Luis Alberto Natuch Buch, en noviembre del año 1979, protagonizó un sangriento golpe militar apoyado por el MNR, interrumpiendo el proceso democrático que había sido conquistado por la heroica resistencia del proletariado minero y nuestro pueblo. Sin embargo, su gobierno apenas había durado 15 días, como consecuencia de la resistencia popular, principalmente en la ciudad de La Paz. Con este antecedente, nos pareció que el Cnl. Luis Alberto Natuch, pretendía reivindicarse ante la historia, esta vez intentando mostrarse como un especie de "liberador" buscando el derrocamiento del odiado gobierno dictatorial del Gral. Luis García Meza Tejada. Entre otras cosas, se nos informó que tenía el propósito de instalar un gobierno socialista, y de ese modo pasar a la historia como el tercer hombre después de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Lo cierto es que con el movimiento cívico militar que estalló el 4 de agosto de 1981 en la ciudad de Santa Cruz, se logró sustituir al Gral. "rajatablas" de la Presidencia de la República, por el Gral. Rogelio Torrelio Villa.
A pesar de la gélida noche del 3 de agosto, el grupo aguardaba la llegada del “Comandante”, para luego subordinarnos disciplinadamente a sus órdenes y así cumplir las tareas del Partido, en un momento tan crucial en el que consideramos que teníamos el deber militante de liberar a la patria de una de las dictaduras sangrientas que sembraba el terror en las calles, fábricas, universidades, campamentos mineros y en el campo mediante sus bandas de paramilitares que perseguían, reprimían, detenían, torturaban y asesinaban a quienes defendían la democracia y las libertades democráticos, políticos y sindicales.
Había entusiasmo en las filas, porque íbamos a ser comandados por un verdadero “fierrero” que dirigiría las acciones a desencadenarse aquella noche. Por las rígidas normas de seguridad de la organización, no teníamos ninguna necesidad de saber ni averiguar su identidad. Tampoco sabíamos su nombre de “guerra”, y dadas las circunstancias, no teníamos por qué averiguarlo. Solamente sabíamos que era el “Comandante”.
Hasta que, entre las sombras de esa noche apenas iluminada por una farola de la esquina de la calle Uyustus, pudimos advertir que se aproximaba a nuestro grupo, un hombre alto, robusto de mas o menos 170, con cabellos de corte militar, cuerpo atlético y pasos largos. En verdad, tenía el perfil de todo un “Comandante” que acudía al lugar, aunque con cierto retraso. Tenía puesto una parca verde, de esos que usaban los combatientes bizarros de los movimientos guerrilleros de América Latina, y el jean azul le quedaba ligeramente suelto; denotaba sus largas piernas de porte militar, las botas de combate que llevaba estaban bien lustradas como para acometer las adversidades de un territorio agreste, escarpado o accidentado… Frente a nosotros estaba un gran personaje que nos inspiraba confianza y resolución para acometer nuestra misión. Se dirigió directamente hacia mí. Era notorio que me encontraba a la cabeza del grupo porque en el lugar, no había más personas reunidas que nosotros.
Se presentó como el responsable enviado por el Partido, manifestando que se haría cargo de la conducción del grupo de camaradas. Inmediatamente se cercioró del número de “efectivos”. Tuve que darle una especie de “parte”, y en esos momentos, estando muy próximo a él, advertí su identidad y descubrí de quién se trataba. Noté que estaba nervioso, y apenas podía disimular, aunque los demás camaradas no se dieron cuenta de aquello, entonces, no me sentía seguro de él. Para disimular la situación, le dije que todos estaban dispuestos a cumplir con las tareas partidarias. Y fue en ese momento que me interrumpió bruscamente para decirme, alzando la voz:
- ¿Todo en orden? ¿Todos preparados?
Me puse en posición de firme y sin vacilación alguna le respondí con seguridad y determinación.
- Sí camarada, todo en orden y dispuestos a cumplir con las tareas del Partido.
El “Comandante”, algo sorprendido por la respuesta categórica, se llevó la mano derecha a su nuca con cierto asombro, su nerviosismo era inocultable. En seguida, su mirada recorrió desde mis pies a la cabeza y se percató que le estaba observabando fijamente. Empezó a balbucear, como queriendo decir algo. Ya no podía disimular su inseguridad. Sin embargo, la escena nada deseable, pronto empezó a preocupar a los integrantes del grupo por el extraño comportamiento del “Comandante”, quién parecía que buscara una salida "justificada" ante una situación que tal vez no esperaba, hasta que enérgicamente dirigiéndose a todos dijo:
- ¿Dónde está el vehículo?
Ante la pregunta inesperada del “Comandate”, nos miramos unos a otros totalmente perplejos y desconcertados. Nadie esperaba una pregunta de tan mal gusto en esos momentos. Me sentí molesto y airadamente sin vacilación alguno le enrostré:
- ¿Cuál vehículo? si nadie nos dijo que trajéramos. Solamente nos indicaron que debíamos estar disciplinadamente en este lugar y a la hora, tal como estuvimos para tomar contacto con usted camarada para que nos dirija en las acciones y así cumplir las tareas del Partido.
El camarada “Chino” (+) muy molesto, dio resueltamente un paso hacia el “Comandante”, y con la mirada enfurecida le espetó diciéndole:
- ¡Camarada! No hay ningún problema, ahora mismo podemos hacer la “recuperación” de un vehículo para cumplir las tareas del Partido, estamos dispuestos para eso.
El “Comandante”, se puso energúmeno y empezó a proferir una serie de adjetivos calificativos contra el grupo, como: “…carajo, no sean cojudos, no se trata de pelotas, se trata de inteligencia… etc.”. Seguidamente, sin mayores explicaciones más que por la falta de un vehículo, dijo:
- ¡Carajo, se cancela la misión!
Los miembros del grupo, ante la inesperada decisión del “Comandante” reaccionaron indignados y molestos. Le dijeron casi al unísono de que había que actuar pronto ante los acontecimientos en la ciudad de Santa Cruz, que debíamos cumplir con las tareas partidarias para derrocar al dictador, y que la falta de un vehículo no podía ser un impedimento.
En esos momentos no pude controlarme por la manera de cómo estaba procediendo el “Comandante”, y nada menos en un momento tan difícil. En verdad, nadie nos dijo que teníamos que llevar un vehículo para cumplir con las tareas asignadas al Círculo “Cupertino Caballero”. Reiterando la decisión unánime de los integrantes del grupo, le repliqué:
- Pero, camarada, como le dijimos, ese no es ningún problema, podemos “recuperar” un vehículo en estos momentos para la causa. Estamos dispuestos para hacerlo, y así resolvemos el problema de la movilidad. Además, la radio “Continental” está aquí cerca, casi a cuatro cuadras.
Se podía notar la inseguridad y vacilación del “Comandante”. El grupo había manifestado su predisposición para cumplir las tareas del Partido. ¡Estaban decididos a todo! Nuevamente se llevó su mano derecha a la nuca, estaba seguro que hacía esfuerzos en su fuero interno para salir de una escena que no se esperaba. Finalmente, intentando hacer prevalecer su decisión de suspender el cumplimiento de las tareas con la excusa del vehículo, elevando el tono de su voz, exclamó:
- ¡Carajo la misión se cancela, no se hace nada, les dije que no es cuestión de “pelotas”, sino de inteligencia!
Estaba demostrado que para el “Comandante”, la falta de un vehículo era cuestión determinante para cumplir la misión. Por lo visto, carecía de un plan B ante la falta de un vehículo, tampoco tenía idea sobre las improvisaciones en situaciones de emergencia. Todo había sido una fanfarria sobre el tan ilustre "Comandante", cuya personalidad, en algún momento llegamos a admirar. Al parecer él, no estaba enterado de la cercanía del objetivo, para lo cual no se requería una movilidad, ya que el grupo podía llegar a píe en menos de cinco minutos. El otro objetivo, se encontraba evidentemente más alejado, por la zona de Pura Pura. Claro que los del grupo, estaban dispuestos a la “recuperación” de un vehículo para llegar al objetivo dos.
Después de sus últimas palabras y "ordenes", el famoso “Comandante” se retiró abruptamente del lugar sin dar mayores explicaciones, y lo peor, sin despedirse. Todo había terminado para él. Los del círculo “Cupertino Caballero” estábamos totalmente decepcionados por su proceder nada consecuente. Lo que nos tranquilizó fue que, por fin conocimos al famoso “Comandante” o “fierrero”, o como dijo el camarada “Chino”, “pura pinta”. Los demás muy indignados, se expresaron de la peor manera en contra de él, con adjetivos de “grueso calibre”.
Años después, dicho personaje fue visto en algunas reuniones políticas de alguna izquierda radicalizada, con su típica vestimenta a la usanza de un gran Comandante guerrillero…
domingo, 13 de agosto de 2023
LIBERTAD
Libertad, palabra vana
de la cual hacen una ley
para la inmensa caravana
de explotados como el buey.
Libertad, en el cuartel
para el militarismo infame
que torna al hombre en canalla
y cuando la corneta llame
al combate contra parias vaya.
Libertad, en la prisión
para torturar a los valientes
que abrigan en sus mentes
el germen de la revolución.
Libertad, sí … para el patrón
y el pulpo del Clero
poniendo así una venda al obrero.
Pronto, muy pronto, se dará cuenta
de que no goza de la libertad anhelada;
que su vida está encadenada
en la explotación y la venta.
Entonces vendrán huelgas y manifestaciones,
muchedumbre por todas partes:
las mujeres empuñando estandartes
y los hombres preparando los cañones.
Las fábricas convertidas en fortalezas
y en los árboles de cualquier jardín
colgarán los burgueses como pesas
frente a la bandera roja de LENIN.
Luego podremos decir
“La Libertad se consiguió”,
“La explotación se acabó”,
pues a curas y patrones
Ya se les colgó!…
Rafael Lima
A MI PARTIDO
Me has agregado la fuerza de todos los que viven.
Me has vuelto a dar la patria como en un nacimiento.
Me has dado la libertad que no tiene el solitario.
Me enseñaste a entender la bondad, como el fuego.
Me diste la rectitud que necesita el árbol.
Me enseñaste a ver la unidad y la diferencia de los hombres.
Me mostraste cómo el dolor de un ser ha muerto en la victoria de todos.
Me enseñaste a dormir en las camas duras de mis hermanos.
Me hiciste construir sobre la realidad como sobre una roca.
Me hiciste adversario del malvado y muro del frenético.
Me has hecho ver la claridad del mundo y la
posibilidad de la alegría.
Me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo.