Recuerdo que junto a varios muchachos "jotosos" de las zonas de Villa Victoria, el Tejar Cementerio General, la Portada, de la ciudad de La Paz, resistimos estoicamente y como se pudo al golpe de 17 de julio de 1980. Entonces no huímos ni nos autoexiliamos, ni tampoco inventamos justificaciones infantiles y cobardes para eludir la lucha. Materialmente fue un verdadero golpe de Estado, lo vivimos en carne y hueso.
Luego, desde las peores condiciones de la clandestinidad, como buenos "jotosos", organizamos a la juventud, a los estudiantes de secundaria y universitarios para continuar incansablemente con la resistencia hasta derrotarlos. Otros compañeros de la resistencia cayeron heroicamente o fueron masacrados (masacre de la Direccion marxista del MIR en la calle, Harrington de la zona de Sopocacho de la ciudad de La Paz) continuamos sin retroceder en la lucha por la reconquista de la Democracia, con audacia y coraje.
Aún estamos asombrados por la conducta heroíca, valiente y resuelta de las "jotosas“ de aquella época que, jamás vacilaron en cumplir sus tareas orgánicas y políticas en la resistencia, no obstante la feroz represión (allanamiento de domicilios, detenciones, torturas, persecuciones, libre albedrío de los paramilitares y etc.)
Al final, recuperamos la democracia, a la vanguardia del esclarecido proletariado minero y junto a nuestro pueblo. Fueron tiempos donde la juventud estaba consubstanciada inquebrantablemente de principios clasistas y revolucionarios, era la juventud de la generación de los que, "Asi se templó el acero", de los seguidores de Korchaguine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario