domingo, 4 de agosto de 2019

EL “JESUCRISTO” EN LA RESISTENCIA

Con el asalto de los paramilitares a la sede la Central Obrera Boliviana, en la mañana del 17 de julio de 1980, el golpe militar a la cabeza del Gral. Luis García Meza Tejada, se estaba consumando inevitablemente. La noticia del asesinato del diputado del PS1 Marcelo Quiroga Santa Cruz, por los paramilitares, había provocado la indignación popular y odio incontenible traducida en la espontáneas barricadas en las calles, avenidas y plazas paceñas con el propósito de resistir a los golpistas, principalmente en las zonas populares. 

Los golpistas habían aprendido del fracaso de su anterior aventura militar en noviembre 1979 encabezado por el Cnl. Alberto Natusch Busch, porque esta vez, empezaron a desarticular la resistencia civil desde los barrios populares, convergiendo hasta el centro mismo de corazon político del país, con la pretensión de anular toda forma de oposición al golpe militar .

Sin embargo, en las alturas de la zona el Tejar, la juventud bramaba furiosamente resistiendo al golpe militar, sin importar el riesgo que suponía enfrentarse a la descomunal maquinaria de guerra de tanques y carros de asalto que escupían fuego de metal fundido contra el “enemigo interno” de la nación, contra los  que bregaban estoicamente por su derecho a vivir en libertad y en democracia.

Desde el frente de la puerta principal del Cementerio General, los reflectores del ejercito, cual espadas de fuego rojizo mortificaban rompiedo la quietud de la noche, seguido de ráfagas de ametralladoras disparadas por los blindados del glorioso ejército boliviano contra su pueblo, en tanto que la juventud y el pueblo incansables, desde diferentes lugares de los barrios populares de la ciudad, no cesaban de lanzar insultos y gritos de desafío a los que habían asaltado el poder político del viejo Estado boliviano. Tanto fue la indignacion contra la aventura golpista que, hasta los niños y adolescentes se  habían lanzado a las calles sin importar que los disparos de armas de guerra podían matarlos.

Desde las alturas de la Avenida Utapulpera, por la calle Mariano Colodro y adyacentes, una columna de niños y muchachos a la cabeza de un jóven melenudo y barbudo que vestía de polera negra, sacón de cuero negro, pantalón negro y botas de soldado, descendían furiosos hacia la avenida Entre Rios lanzando arengas de resistencia contra el golpe militar. Los seguidores  del melenudo y barbudo, le gritaban ¡vamos Jesucristo! ¡Dale Jesucristo!¡dispara Jesucristo! ¡adelante Jesucristo! ¡metele Jesucristo!... Estaban enardecidos, envalentonados y se sentían protegidos por la presencia del "Jesucristo" que estaba pertrechado de un viejo fusil mauser, quién había "aparecido de la nada", en medio de la oscuridad de la noche quebrantada por los reflectores y disparos  de armas de guerra provenientes desde la puerta del Cementerio General. 

Éste personaje, se desplazaba como un combatiente resuelto a todo, a la vez que ordenaba a los niños y muchachos que le seguían a tener mucho cuidado y protegerse de las balas,  y éllos no dejaban de lanzar sus gritos de aliento y rebeldía. De rato en rato el “Jesucristo” disparaba su viejo máuser, el arma legendario de los campesinos y mineros, el arma que hizo historia en la revolución del 9 de abril de 1952. 

El barbudo y melenudo cambiaba de posición rápidamente de momento a momento para no ser un blanco fácil de las balas de los militares, y también se cercioraba de la seguridad de  sus seguidores, cuales "combatientes experimentados combatientes" se desplazaban disciplinadamente al mando de aquel, a quien llamaban el “Jesucristo”. Éste, no podía disimular su sonrisa  paternal en su rostro bien curtido por las adversidades de la vida. Estaba satisfecho por sus equeños y bisueños "guerreros" que, como podían, resistían heroicamente el golpe militar.  

Las horas avanzaban, el gobierno militar para doblegar la resistencia popular, había dispuesto el "toque de queda" con el propósito de controlar rápidamente la situación; y era cuestión de vida o muerte para consolidar el asalto al poder político estatal. Seguidamente el ejército emprendía el patrullaje amparado en medio de la oscuridad; y entonces, los disparos de armas de fuego se dejaban escuchar por toda la ciudad. 

Ante la gravedad de la situación, los vecinos desesperados y muy preocupados por la suerte del “Jesucristo” y sus seguidores, le pasaron la voz de que se aproximaban al lugar columnas de soldados fuertemente armados, previniéndolos que se pongan a buen recaudo, que debían dispersarse y desaparecer inmediatamente del lugar para evitar lo peor. Así fue, “Jesucristo” y sus seguidores desaparecieron del escenario como por arte de magia, luego, las patrullas del ejército no tardaron en llegar al lugar.

Al día siguiente, nadie podía dar la razón por el “Jesucristo”. Había desaparecido sin dejar ningún rastro. Algunos vecinos decían que fue detenido por agentes civiles bien armados y que se lo llevaron a golpes y patadas; otros, decían que estaba a salvo en la clandestinidad; algunos aseguraban que lo vieron abandonando el país, y así; no faltaron quienes decían que había muerto valientemente por los disparos de los militares y que su cadaver se lo llevaron en un "caiman" del ejército, etc. etc.

Lo más probable es que podía haber sido un vecino inquilino de reciente residencia en la zona, y por eso, tal vez, nadie sabía el nombre verdadero del  llamado “Jesucristo” por parte de los niños, adolescentes y jóvenes de la zona el Tejar. Fueron tiempos muy duros, cuando en verdad se luchaba por la plena vigencia de la Democracia en nuestro país.

(Carlos Rafael)

domingo, 9 de junio de 2019

EL CÍRCULO "CUPERTINO CABALLERO"

A primeras horas de la madrugada del 3 de agosto de 1975, a dos cuadras de la zona del Cementerio General de La Paz, había concluido la reunión del Círculo Cupertino Caballero* de la Juventud Comunista de Bolivia, realizada en un local donde de día funcionaba una molinera de propiedad del padre de uno de los miembros, el “Cochalo”, quien sin que el Partido le exigiera, había dispuesto voluntariamente su uso para la causa del proletariado.

El “Chapaco”, un viejo bolchevique del Partido, era un especie de Comisario Político, cuya función era dar asistencia política al Círculo. Luego, previa las recomendaciones e instrucciones de rigor, se puso al mando del Circulo para cumplir la tarea que el Partido había asignado.

Los "jotosos" con sus nombres de organización, como el “Tractor, el “Cochalo”, el ”Carlos” y “Juan Carlos”, asumieron con entusiasmo la misión partidaria, cual soldados del proletariado, la que que consistía en realizar pintas subversivas en los “muros del pueblo”, desde el heroico e histórico Puente de la Villa Victoria hacia la antigua carretera a la ciudad de el Alto, con consignas entonces muy peligrosas que podían costar la vida, como las de ¡Fuera las tropas militares de los centros mineros! ¡Muera el fascismo! ¡Libertad para los presos políticos y sindicales! ¡Muera Banzer! ¡Democracia o fascismo! y etc.

Entusiasmados y emocionados, munidos de utensilios y pintura en spray, camuflados y bien pertrechados de “leyendas” en caso de captura y detención por parte de las fuerzas represivas de la dictadura fascista, aproximadamente a las dos de la madrugada, en medio de la oscuridad, abandonaron el local de la molinera con mucho sigilo, rumbo hacia el Puente de la Villa Victoria.

Consientes contra todo tipo de riesgo, se debía cumplir disciplinadamente la tarea del Partido, nada menos a pocas horas de la llegada del Pdte. de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, quien visitaba el país para asistir a los festejos del sesquicentario de la fundación de la República de Bolivia, en los que el dictador Banzer pretendía mostrar ante la comunidad internacional que, los trabajadores y nuestro pueblo vivíamos con total armonía y felicidad con ORDEN, PAZ Y TRABAJO.

Habían pasado casi cuatro años desde el sangriento golpe fascista de 21 de agosto de 1971, desde entonces, los trabajadores y nuestro pueblo estaban sometido a un régimen de facto que había proscrito las libertades democráticas, políticas y sindicales. Había creado en medio del terror y la persecución sangrienta, los famosos campos de concentración de Choncoro, Viacha, Achocalla, Alto Madidi, Isla del Coati y algunas casas de seguridad en las ciudades donde se encontraban privados de libertad y sometidos a toda clase de suplicios, muchos dirigentes clasistas y revolucionarios de los trabajadores, campesinos, estudiantes, y militantes de los partidos marxistas. El régimen militar había desatado una feroz represión procediendo a las detenciones, persecuciones, allanamientos, torturas y asesinatos, destierros y confinamiento, y etc. Los centros mineros estaban bajo ocupación militar, masacres de campesinos, intervención militar a las Universidades Publicas, proscripción de la Autonomía Universitaria y etc.

El Partido, había dado la misión, y los militantes jotosos del Círculo Cupertino Caballero tenían una buena oportunidad para demostrar su inquebrantable compromiso y entrega de lucha revolucionaria contra el fascismo y por la democracia, muy a pesar del inminente peligro que suponía una misión en condiciones absolutamente desfavorables, porque las calles y avenidas estaban siendo patrulladas por fuerzas policiales y civiles armados en prevención de cualquier desorden o disturbio durante la visita de un Presidente latinoamericano.

Realizar la propaganda revolucionaria frente al gobierno del dictador Hugo Banzer, realmente llenaba de profunda emoción a los "jotosos", y además, estaban totalmente convencidos que había que apoyar la creciente resistencia de los trabajadores de los centros mineros y de las fábricas contra la dictadura del banzerato.

Una vez en el lugar, inmediatamente empezaron con la tarea revolucionaria. Todo iba tan bien, hasta que el campana “Cochalo”, ubicado debajo del puente de la Villa Victoria, advierte la inesperada presencia de las fuerzas represivas de la dictadura en el lugar, quienes no le dieron ninguna oportunidad para poder eludir a sus captores, y de esta manera empezaría a ser sometido a toda clase de vejámenes y torturas en las mazmorras del fascismo. En tanto que, advertidos de la grave situación por la presencia y despliegue de los efectivos policiales y de agentes de inteligencia del Ministerio del Interior, los “jotosos" del Círculo Cupertino Caballero, para impedir su captura con el “cuerpo del delito", tuvieron que deshacerse desesperadamente y como podían de todo material comprometedor.

El “Tractor” y el” Chapaco” se internaron hacia el bosquecillo de Pura Pura, con dirección hacia Achachicala, e inmediatamente se lanzaron sobre ellos los guardianes del viejo Estado, en medio de gritos de ¡Alto carajos! ¡Rojos de mierda!, efectuando disparos de armas de fuego por doquier. A los pocos minutos, a pocos metros del Puente de Villa Victoria, hacia la carretera antigua a el Alto, llegaron y se detuvieron varios vehículos del Ministerio de Gobierno con agentes civiles bien armados, y también vehículos con refuerzos policiales para emprender inmediatamente una sañuda persecución a los que se internaron al bosquecillo de Pura Pura. Los disparos de armas de fuego poco a poco se alejaban hacia la profundidad del bosquecillo, como claro señal de que la persecución era implacable. A lo lejos, como después de una media hora, desde la parte superior de la fábrica Said, los agentes del gobierno, habían instalado un reflector con el que oteaban el bosquecillo en su propósito de descubrir a los que huían de sus represores.

El "Chapaco", herido de bala en uno de sus tobillos, había logrado romper el cerco y de esta manera eludir su captura. Se dice que fueron trabajadores de la zona de Achachicala, quienes desafiando el peligro, le dieron inmediato refugio, y así evitar su captura por los agentes del gobierno.

El "Tractor", fue capturado por los alrededores del rio Choqueyapu, frente a la fábrica Soligno. Luego se supo que, se hizo pasar como si fuese un vulgar asaltante, y para confundir a sus captores, había arrancado de la muñeca de su brazo derecho la pulsera que llevaba puesto, y afirmando a viva voz les dijo a sus captores: ¡Jefe, jefe, disculpe solamente pude asaltar este reloj! ¡Nada mas Jefe, por favor! Los agentes del Ministerio del Interior y los efectivos policiales, resolvieron dejarlo libre, porque creyeron y fueron convencidos hábilmente por el "Tractor“. Por supuesto que, no era (un asaltante) a quien buscaban los agentes. Hoy, es un gran profesional ingeniero.

El "Cochalo", fue capturado en el primer momento. En su cautiverio fue sometido a toda clase de vejámenes y torturas para obligarle a delatar a sus compañeros. No lograron quebrarlo, hasta que después de unos meses fue liberado. Luego, su comportamiento fue admirado por todos los "jotosos" , y en lo posterior demostró que estaba más resueltamente en las filas.

El “Carlos”, ante la imposibilidad de huir del lugar para internarse al bosquecillo, se había escondido en medio de unos arbustos a pocos metros por debajo de la carretera antigua que sube a la ciudad de el Alto, exactamente en el mismo lugar donde los agentes y policías instalaron su puesto de mando. Ahí permaneció inmóvil por aproximadamente más de tres horas, y pudo oír las ordenes de los mandos de inteligencia y de la policía para atraparlos vivos o muertos a los “comunistas”. Muy cerca de ellos, desde donde se desplazaban los sabuesos de la dictadura, estaba inmovilizado sin poder huir del lugar soportando el rigor del frió invernal de la noche, para evitar ser capturado. Antes que asome el día y cuando el puesto de mando represor se retiro mas arriba del lugar, recién pudo abandonar su refugio y empezó a arrastrarse, después a rodar hacia el carril de la vía del tren que atravesaba el bosquecillo, porque en más de tres horas y en total inmovilización, sus piernas no le obedecían, estaban entumecidos. Finalmente se puso a salvo, caminando dificultosamente hasta mimetizarse entre los trabajadores municipales que, a esas horas de la madrugada, procedían al recojo de basura por la cancha "Fabril “ de Pura Pura, muy cerca a la fábrica Said, pudiendo ver muy de cerca a los jeeps del Ministerio del Interior que continuaban patrullando intensamente el lugar.

"Juan Carlos", se puso a buen recaudo desde el primer momento, cuando los efectivos de seguridad descubrieron al grupo. Se dice que evitó la represión. En la apertura democrática, llegó a ser máximo Ejecutivo de los Maestros Rurales de Bolivia.

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*Ramiro Barrenechea Z. en su libro "LA REVOLUCIÓN ABSOLUTA", menciona al trabajador minero Cupertino Caballero, militante del PCB, quien murió defendiendo la sede sindical minera en la masacre de la NOCHE DE SAN JUAN, acaecido durante el régimen militar del Gral. Rene Barrientos Ortuño. El Círculo de los jotosos del Tejar y de la Villa Victoria, había adoptado el nombre de Cupertino Caballero, como homenaje a un digno exponente del proletariado minero.


miércoles, 24 de abril de 2019

NO ESTABA BORRACHO, PERO ME ACUERDO


Víctor Hugo Vizcarra, no olvido tu incontrastable personalidad de rebelde y subvertor contra el viejo orden de la sociedad corrupta, hipócrita, decadente y degenerada; contra el orden injustamente impuesto por el viejo Estado y sus gobernantes insensibles bien satisfechos, burócratas, “demiurgos” todopoderosos que se ceban con el sudor y sacrificio de los trabajadores y el pueblo.

Por tu forma de ser y decir las verdades sin tapujos, te habían proscrito del mundo oficial, é incluso de las filas de los presuntos “camaradas” o del “aparato”, temerosos por tus “versos con olor a pólvora”,  Los  pontífices de la revolución, no deseaban  espantar al Tio Sam y  a sus lacayos incondicionales en sus afiebrados afanes enajenantes y de expoliación contra nuestro pueblo. Tu condición de militante de la JCB y tus acciones en la época de la dictadura del Gral. García Meza, así lo demostraron, como mencionas en tu obra “Borracho estaba pero me acuerdo”.

Fuiste bohemio contestatario, pertrechado con tus escritos de sustancia denunciante por los excluidos que desde tu cuartel mayor el “Averno”, desplegabas tus verdades hacia las barricadas, junto a los muchachos (lumpen, decían los conservadores y marxistas de salón) resueltos a luchar junto a los trabajadores y nuestro pueblo hasta morir al pie del cañón, con las botas bien puestas y sin doblar las corvas, y  empuñando las letras. ¡Qué dirían los mojigatos de la derecha y de la izquierda! ¡Qué dirían los hipócritas, esos de la bazofia maloliente!

Por eso, para los de arriba, un marginal, un rebelde peligroso y subversor, armado de verdades invencibles contenidas en tu doctrina de combate: “borracho estaba, pero me acuerdo” (“nadie me puede mamar”, como se dice). 

Los de abajo, si algo tendrían que enarbolar impetuosamente en las venideras barricadas contra la sociedad excluyente, será tu verdad escrutadora y denunciadora, aquella que, como escritor del pueblo la encarnaste sin desfallecer nunca. 

Ni ante el simulacro de tu fusilamiento por la dictadura del General rajatablas te doblegaron, porque fuiste resuelto y decidido en la resistencia popular por la reconquista por la Democracia.

Aunque ya no estás entre nosotros, pero me acuerdo siempre que sigues estando entre nosotros como militantes del Averno, del Kellas, el Volcán, el Tiburon y etc.


YO ME ACUERDO
 (a Víctor Hugo Vizcarra) 

Desde el “Averno” nuestro territorio libre, 
escribías sobre tus demarcaciones ,
los rastrillajes de la “Casa Blanca”, 
el “Volcán” que lo enfrió al Silvico,
a los k”olos del Prado en el” Oriental” 
y sus “sobrecitos” de base. 

Desde el “Averno” nuestro territorio libre, 
pasabas revista sobre tus avanzadas,
de esos machos de las “Cadenas”,
de los “chachos” del Tejar y del Alto Chijini 
hasta el “Avión” y su “Teniente”, 
y a la resplandeciente “Linderas”. 

Desde el Averno nuestro territorio libre, 
avizorabas a aquellos personajes históricos: 
el Víctor, la Lupe, Braulio, Barbarella, 
los inefables “alfonsos” Jaime y Gonzalo,
dignos y bien machazos excadetes
que le sentaron la mano al patrón del Averno. 

Desde el Averno nuestro territorio libre, 
los panfletos subvirtieron el orden interno,
te cagaste en la doctrina de seguridad nacional, 
con la “Jota” te rebelaste al General rajatablas, 
aunque simularon tu fusilamiento, 
no te arredraste ante la grotesca “huesuda”. 

Pertrechado de historias de resistencia

bregaste por la reconquista de la democracia. 
Aunque no estaba borracho, yo me acuerdo…

Carlos Rafael 

HONOR Y GLORIA A CARLOS BALDERRAMA JEREZ,

En agosto del año 1985, la “Fracción Roja” del Partido Comunista de Bolivia había remecido a la dirección revisionista de la que se diferenció orgánica y políticamente, para construir o reconstituir un Partido Comunista de nuevo tipo con la firme convicción de que la esencia de la lucha política es la toma del poder para destruir el viejo y putrefacto viejo estado boliviano, y edificar sobre sus escombros un nuevo estado, nuevo poder y nueva democracia.

Casi la totalidad de la Juventud Comunista de Bolivia, con denodada convicción inquebrantable se había alistado entusiastamente en la posición de la Revolución, cuando la Unidad Democrática y Popular (UDP) y dentro de ella el viejo PCB, habían sido derrotados por el neoliberalismo, y donde el imperialismo desplegaba la gran contraofensiva reaccionaria contra los trabajadores y pueblos del tercer mundo, para luego finalmente proclamar a los cuatro vientos, la verdad única del capitalismo triunfante, la globalización , la desideologización, la inviabilidad del socialismo, etc.

Cuando todo parecía sombrío y adverso para las filas revolucionarias, desde el Perú un faro empezaba a iluminar el mundo señalando el camino hacia la ofensiva revolucionaria frente a la reacción, el imperialismo y el revisionismo. Otro mundo aun era posible, la humanidad no había renunciado ni renunciaría jamás al comunismo. En nuestro país el modelo neoliberal del capitalismo se imponía a sangre y fuego reorganizando el viejo estado boliviano en crisis. Los trabajadores y el pueblo resistieron con estoicismo de clase hasta el cerco militar en el histórico pueblo de Calamarca. Sin embargo, el heroico proletariado minero no se había rendido jamás, desde el altiplano hacia escuchar con toda vehemencia su grito de rebelión a todos los pueblos del tercer mundo: ¡“los mineros volveremos”!

La militancia de la “Fracción Roja” (PCB V Congreso) estaba ahí, firme y en la primera línea, al lado de los trabajadores y de su pueblo, resistiendo junto a las insurrectas masas al modelo neoliberal. Fueron estas circunstancias de la cruda contienda clasista que comprometieron aún más a nuestra militancia, como un contingente de marxistas leninistas, verdaderos soldados rojos del proletariado y de nuestro pueblo, resueltos a luchar sin cuartel en contra la reacción, el imperialismo y el revisionismo. Por eso, tampoco ni hoy se detiene nuestra lucha en el terreno ideológico, ni tiene límites para desenmascarar la impostura del populismo masista, sus ONGS Y Fundaciones que son financiados por las instituciones financieras de la gran burguesía mundial y las instituciones financieras del imperialismo, quienes bloquean toda perspectiva revolucionaria de los trabajadores y nuestro pueblo, y nada menos con el apoyo incondicional y equivocado de quienes se consideran revolucionarios, que asisten en la reorganización del viejo Estado boliviano, ahora en su nueva forma: el Estado Plurinacional.

La entonces dirección revisionista del viejo Partido Comunista de Bolivia, siempre consideró como reserva y auxiliar a la Juventud Comunista de Bolivia, destinada a obedecer incondicionalmente la línea política revisionista. En el pasado, valiosos “jotosos” fueron expulsados por el revisionismo bajo el estigma de aventureros, foquistas, provocadores, guerrilleristas, maoístas, etc. Sin embargo, la “fracción roja“ de comunistas que nos constituimos en un gran contingente a partir del V Congreso del viejo PCB el año 1985, al diferenciarnos orgánica y políticamente en la perspectiva de construir un Partido Comunista de nuevo tipo, demostró la conducta ejemplar de varios de sus militantes cumpliendo disciplinadamente tareas revolucionarias. Uno de sus mejores cuadros, el camarada Carlos Balderrama Jerez, fue todo un comunista, un verdadero marxista leninista, cualitativamente superior a la entonces apoltronada dirección revisionista del viejo PCB que, había hecho un modo de vida, al cebarse de la ayuda económica de la exUnión Soviética, dependencia que no le permitió asumir el mando y guía de la revolución cuando las condiciones estaban dadas en nuestro país.

Carlos Balderrama Jerez, universitario estudiante de la Carrera de Sociología de la UMSA, destacado militante disciplinado de la Juventud Comunista de Bolivia y fundador del Eje de Convergencia Patriótica, y ex dirigente de la FUL de la UMSA, asumió disciplinadamente la tarea revolucionaria de un modo incondicional, como vivo paradigma del hombre nuevo templado en la fragua de la todopoderosa e invencible ideología del proletariado, el marxismo leninismo, verdadero bolchevique, soldado rojo del proletariado y de nuestro pueblo.

Fue el 28 de abril de 1989, en la emboscada de “Los Molinos”, (Jauja Perú), donde nuestro camarada ofrendó su vida de pie, firme sin doblar las corvas y con las botas bien puestas, de frente a los perros guardianes del viejo estado peruano, regando generosamente su sangre sobre nuestra América morena, por la liberación nacional de los pueblos y naciones oprimidas, por los pobres y humildes, por el Socialismo Científico y el Comunismo, así como lo hicieron en otras latitudes del planeta, los bravos bolcheviques, los partisanos y cuantos combatientes soldados rojos del proletariado.

Honor y gloria al camarada Carlos Balderrama Jerez, valioso hijo del pueblo, ejemplar cuadro de la “Fracción Roja” nucleado en el PCB V Congreso para construir un gran Partido Comunista de nuevo tipo, un gran marxista leninista, militante de la otrora Juventud Comunista de Bolivia de los Inti Peredo, Aniceto Reynaga, Jorge Vásquez Viaña, Coco Peredo, y otros comunistas de estirpe clasista y revolucionario, que no sin antes de ser traicionados por la entonces dirección revisionista del viejo Partido Comunista de Bolivia, cayeron heroicamente en el combate frente al enemigo de clase.

¡¡HONOR Y GLORIA ETERNA AL CAMARADA CARLOS BALDERRAMA !!





domingo, 21 de abril de 2019

HASTA PRONTO*



Amor, “mañana por la tarde te veré”,
así le dijo ella, con la mirada esquiva.
Sus ojos no quisieron mirarle,
como si nunca más desearían hacerlo.

Sintió como una filosa hoja de cuchillo
de hielo atravesaba su corazón,
estremeciéndole todo el cuerpo
con súbito dolor, tan profundo en el alma.

Ella, estaba frente a él,
inmóvil y con la mirada esquiva
como si luchara dentro de si
angustiosamente contra algo incierto,
inevitable y doloroso.

Sin apartar la mirada extraviada,
quiso de pronto decir algo,
con una voz dolida é inaudible:
“te amo mucho”, “te amo”.

Tal vez quiso decir tantas cosas,
su voz inexplicablemente se ahogaba:
"no puedo mirarte no puedo, no puedo,
no sé qué me sucede…disculpa amor."

Aquella mañana de sol radiante
de límpido cielo azulado,
bajo la sombra de un vetusto edificio,
en una calle céntrica de la ciudad,
sin pensar que lo haría por última vez,
sus manos acariciaron la suavidad
del rostro de su amada.

Ella, lo abrazo fuertemente,
él la sintió en su regazo como nunca.
Sus corazones latieron al unísono
en conexión de sentimiento puro.

Fue una escena conmovedora,
dos cuerpos fundidos en unicidad de amor,
dos almas en ritual del adiós de amantes.
Ambos sentían una extraña sensación
de incertidumbre, angustia y dolor.

Se resistían y se negaban despedirse,
sus almas se aferraban desesperadamente.
Luego, un beso, un “te quiero amor”,
“hasta mañana” …” hasta mañana” …”te amo”.

Aquella mañana fue la última vez,
los amantes extrañamente lo habían presentido.
Algo atroz les aguardaba el destino,
sus almas se estremecían.

El adiós de los amantes es más que la muerte;
es noche gélida, lóbrega e infinita.
Inacabable y agraz para el alma. 

Una llamada telefónica en la mañana,
sus labios temblaron y su cuerpo tambaleó,
se derrumbó como palomo agonizante.
La noticia más infausta y conmovedora
había mutilado de cuajo el corazón del amante.

La muerte, con saña, cercenó al amor
en procesión de negruzcos y grotescos cuervos,
sueños y promesas de los amantes
engullidos por la niebla más oscura y densa.
.
La amada de los labios de rojo rubí,
de profusos besos de su amante
en su níveo cuerpo de venus trastocante y de
sonrisa exultante de primavera, se había ido.

La amada de voz extasiante de amor,
de exuberante ternura y
cabellos castaño claro sutil, ya no estaba.
Ella, que fue amada eufóricamente.
Imprecó furiosamente el amante
contra la despreciable muerte.
Había seccionado el amor de su vida.

Por la infausta muerte de su amada,
su existencia es desolada e entristecida,
cuánto dolor por su amada atribulan su alma. 

Carlos Rafael 

* En homenaje a Lourdes Dávalos, que partió  mas antes que yó, al mas allá, en marzo de 2013.