El 10 de octubre de 1982, fue el inicio de la Presidencia de Hernán Siles Zuazo, como la expresión concreta de la reconquista de la Democracia en nuestro país.
Aun recuerdo, que los jóvenes junto a los trabajadores y a nuestro pueblo, ese día nos desbordamos de incontenible alegría y esperanza para el país.
Desde el golpe fascista de 1971, aún en nuestra adolescencia, instintivamente nos habíamos identificado con la lucha clasista y revolucionaria, con la ideología de los trabajadores, con la lucha antimperialista, con el internacionalismo proletario, con la heroíca lucha del pueblo de Vietnam, con la indoblegable lucha del pueblo de Palestina, y con la lucha de los movimientos de liberación...
Me acuerdo que en el Colegio Ayacucho, existían las células y militantes de la Juventud Comunista, del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, del Partido Obrero Revolucionario, del Ejército de Liberación Nacional; e incluso la Falange Socialista Boliviana (por supuesto que fueron nuestros contrarios). Luego desde el movimiento estudiantil de secundaria (Comité Intercolegial de Estudiantes de Secundaria), consecuentes con la alianza obrero - campesino - estudiantil fuimos parte de la resistencia activa y movilizada contra la dictadura fascista. Así, en lo sucesivo, muy a pesar de la clandestinidad y los riesgos (incluso, de perder la vida), nuestra convicción se hizo invencible como para hacer frente a los posteriores gobiernos militares de Alberto Natuch, y García Meza, hasta reconquistar la Democracia.
Aun recuerdo aquellas primeras horas de una mañana del mes de mayo del año 1982, cuando los universitarios a la vanguardia del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San Andrés, tomamos por asalto el Rectorado (resguardado por paramilitares) para deponer a las autoridades intervencionistas y reconquistar la Autonomía Universitaria. Entonces, los trabajadores mineros, fabriles y estudiantes de secundaria, se solidarizaron militantemente con nuestra causa, hasta que finalmente después de siete días de movilización y enfrentamientos en las calles y masivas huelgas de hambre, reconquistamos la Autonomía Universitaria. Fue el quiebre del gobierno militar de Torrelio Villa, y cinco meses después el 10 de octubre se reconquistaba la Democracia.
Muchos de los nuestros de aquellas épocas gloriosas, no renunciamos a los principios clasistas y revolucionarios. Ni la ideología posmoderna y el populismo pudieron doblegarnos, porque fuimos templados en aquellos gloriosos combates del proletariado nacional e internacional.
Ahora, la lucha política por la alternancia en el ejercicio del gobierno del viejo Estado boliviano en crisis, se desenvuelve en un contexto de pugna entre las facciones de la burguesía de nuestro país. En esta pugna interburguesa no existe un proyecto político nacional, democrático y popular, de ahí que en el acervo de la tradición del sistema político tradicional se llegó a reactivar "la teoría del mal menor" (recíprocamente).
Considero, que muy a pesar de las dificultades y limitaciones de la Democracia liberal formal burguesa, no deja de ser el mejor sistema de gobierno frente a cualquier otra forma de gobierno dictatorial, autoritario y totalitario, y demás otras tentaciones ajenas a los trabajadores y al pueblo, ajenas a los pueblos y naciones oprimidas.
Hemos luchado incansablemente por la Democracia para vivir en libertad dentro de un Estado de Derecho, hasta entre tanto no se den las condiciones de un sistema de gobierno superior de los trabajadores y de nuestro pueblo.
La soberanía popular reside en el pueblo, es inalienable, irrenunciable, imprescriptible e indivisible. La voluntad popular a expresarse en las elecciones generales de este 18 de octubre debe ser respetada por todos, aún cuando quién logre la presidencia no sea de nuestro agrado.
¡VIVA EL 38 ANIVERSARIO DE LA RECONQUISTA DE LA DEMOCRACIA!
¡DEFENDER LA DEMOCRACIA SÍ!
¡ESTADO DE DERECHO SÍ!
Tino Escobar
(Carlos Rafael)
