lunes, 19 de diciembre de 2022

LA RECONQUISTA DE LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y LA DEMOCRACIA

En la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) ya había un ambiente de agitación entre los estudiantes que repudiaban la intervención de la dictadura militar que había proscrito la Autonomía y el cogobierno docente estudiantil en todo el sistema de las universidades públicas. Lo ejecutivos del Centro de Estudiantes de la Facultad, estaban en la clandestinidad y eran perseguidos sañudamente. Los dirigentes del Centro de Estudiantes se habían destacado por su alto nível de capacidad política e ideológica, y por su rol de orientación y movilización universitaria en los momentos difíciles de la lucha política en el país. De ahí que fue este Centro de Estudiantes (cuyos componentes respondían al POR Combate) que asumió junto a vários frentes estudiantiles (principalmente militantes de la JCB) la necesidad de la toma del rectorado de la UMSA en la línea de la reconquista de la autonomía universitaria y el cogobierno docente estudiantil, y bajo otras consignas del momento.
 

Una mañana de mayo de 1982, los universitarios Walter Hugo Zuleta Moralefs ,Ignacio Escobar Aruquipa , Hugo Salvatierra, José Calle, Sixto Fernandez, Yorka Rojas , Mónica Rojas, Tino Escobar y otros tomaron sorpresivamente el rectorado de la UMSA que desde el golpe militar del 17 de Julio de 1980 estaba ocupado por paramilitares pertrechados de armas de fuego, a quienes los desarmaron "como un rayo", sin darles ninguna oportunidad para que puedan hacer uso de ellas, a pesar de que uno de los paramilitares lo intento sin ningún éxito por la oportuna y rápida reacción de un compañero dirigente del Centro de Estudiantes de Derecho.

A los pocos minutos, las radioemisoras informaron de la toma del rectorado de la UMSA y la captura de los paramilitares por parte de los estudiantes universitarios. Rápidamente los universitarios de las diferentes carreras y Facultades se concentraron en el atrio del edificio central de la UMSA, realizando mítines de apoyo al grupo de universitarios que habían tomado el rectorado, al mismo tiempo que repudiaban a la dictadura militar; y asimismo se dieron a la tarea de la organización la defensa del rectorado ante el peligro de su retoma por parte de otros paramilitares y las fuerzas policiales.

A la medía mañana de ese día, en medió de los enfrentamientos, el Arzobispo Jorge Manrique y algunos periodistas se presentaron por el atrio de la UMSA con el propósito de ofrecer su mediacion para la entrega de los paramilitares y el armamento capturado por los universitarios en el momento de la toma del rectorado.

Simultáneamente los estudiantes de secundaria dirigidos por Víctor Roque, máximo ejecutivo de la Confederación de Estudiantes de Secundaria de Bolivia (CESB) masivamente salieron a las calles en apoyo de los universitarios de la UMSA que luchaban por la reconquista de la Autonomía Universitaria y la reconquista de la democracia. En las altas horas de esa noche, circularon intensos rumores de un inminente operativo policial y militar para retomar el rectorado y el monoblock central de la UMSA. Entonces, previa deliberación, los universitarios, para evitar un baño de sangre, evacuaron sigilosamente el lugar, en tanto que otros se ubicaron en lugares estratégicos a manera de "campanas". Al día siguiente, se instaló un primer piquete de huelga de hambre en la iglesia de San Francisco de la ciudad de La Paz, y así sucesivamente se fueron instalando otros piquetes en otros recintos de la iglesia católica. Las consignas del momento fueron: autonomía y cogobierno docente estudiantil, libertades democrático político sindicales, libertad para los presos políticos, vigencia de la Democracia, entre los principales.

Entre tanto, violentas manifestaciones se realizaban en las calles, avenidas y plazas, se organizaron barricadas para hacer frente a las fuerzas represivas de la dictadura. Los manifestaciones se extendieron hasta las zonas populares de la ciudad de La Paz, con la incorporación determinante de los trabajadores y el pueblo en general, hasta que la dictadura militar, después de más de siete días de movilización estudiantil y popular se vió obligado inevitablemente a restituir la Autonomía Universitaria y el cogobierno docente estudiantil.

De esta manera se había derrotado a la dictadura militar, arrancando la restitución de la Autonomía Universitaria, la expulsión de las autoridades intervencionistas y los paramilitares, desbrozando el camino irreversible para la reconquista de la Democracia, que finalmente se daría lugar el diez de octubre de ese mismo año con la ascensión al gobierno, del Dr. Hernán Siles Zuaso por la Unidad Democrático Popular (UDP).

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