miércoles, 28 de junio de 2023

ASI SE TEMPLÓ

Desde la secundaria, conocimos a grandes maestros que nos fraguaron como temple de acero en momentos muy cruciales de la contienda clasista por la justicia social, la democracia, la libertad y el amor en sentido amplio de la palabra. Al pasar del tiempo irreversible, muchos de ellos se fueron poco a poco a la infinitud ineluctable. De ellos aprendimos con su ejemplo material, jamás asumir conducta abyecta alguna ante la injusticia y la opresión de los poderosos; tampoco a pisotear ni renunciar a la todopoderosa ideología de los trabajadores y de nuestro pueblo, ni en las peores condiciones de la contienda clasista. Hoy, comprendemos la verdadera dimensión portentosa de éstos ejemplares maestros de generaciones curtidos. Fueron hijos rebeldes paridos en el coloso perpétuo de Los Andes y en sus llanos de belleza exuberante y fascinante. Fueron los mejores hijos de nuestro pueblo, cuadros indestructibles como el acero del destacamento máximo y superior organización de los trabajadores, campesinos, pobres de las ciudades y del campo; genuinos e incansables defensores de los recursos naturales de todos los bolivianos, y defensores de los más altos intereses de la Patria saqueada, humillada y vilipendiada por sus malos hijos epígonos del poder foráneo. 


Cómo no recordar a los grandes maestros de la juventud de nuestro país, este 27 de junio, aniversario de la JCB. Nosotros, de la mano de la eterna primavera y bajo nuestra bandera insurrecta que aún flamea desafiante junto al bramido del viento en lo más alto de la majestuosa cordillera de Los Andes, rendimos nuestro fervoroso homenaje a Cupertino Caballero, Nilo Soruco, Ramiro Barrenechea, Remberto Cárdenas, Emil Balcázar, Édgar Ramírez, Simón Reyes, Óscar Salas, David Aguilera y tantos otros CCs. cuyos nombres están gravados en la memoria de los hombres sin alma de esclavos por una sociedad jamás igual o peor que la actual.

 

ESTÁN FIRMES


En el luminoso horizonte,

el gran poeta Arsenio Maita 

con el poema en bandolera

dispara sus versos insurrectos.


Desde el socavon de las minas,

"Huracan Ramirez" proletario intelectual,

inflama la irrenunciable rebelion, 

y nos asigna un puesto de combate.


El comandante proletario "camba",

Emil Balcazar, carga su fusil

y ordena su decision irrevocable:

¡Ni un paso atras! 


Ellos de la columna de Korchagine,

están firmes al pie del cañón

con las botas bien puestas, 

sin doblar las corvas y el fusil en ristre…

 (Carlos Rafael)

 

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