martes, 18 de noviembre de 2025

CARTAS SIN TIEMPO

Del poemario "Cartas desde la celda" (Del amor y otras pandemias)

(Fragmentos)

Fueron esos ojos
dos lágrimas con distinto recorrido.
Piezas de un ajedrez en la inmensidad arrebatada,
que caían como ramas secas
con la bofetada del viento,
y el gemir de su corteza muerta.
Dejaron su lecho en precipitado vuelo,
silenciosas, expectantes.
Tropezando en los albores del olvido
que al atardecer se fundían
en un crisol de auroras y ocaso.
Fueron perlas y diamantes
gotas de cristal,
materia de un estado de nobleza pura
donde el sol con el amor
se fundían.
¡Qué más puedo pedir en esta ruleta
de golpes, camino y resistencia!
En este universo importan
los sueños;
las esperanza y la confianza de ver
madurar el trigo.
Tu carta es poesía, canto dulce y melancólico
que llena las cuerdas del alma.
es Sol de verano, esperanza de abriles.
¡Cuánto te aguardo!
Cuánto te espero,
cuánto te he esperado.
Estación dormida que has vuelto
hoy que tu Brisa me acompaña
ahora que has despertado;
ya el dolor no es tormento,
ya el silencio no marchita.
Estoy leyendo tus anhelos
y con ello, las pesadillas se marcharon.
Tu carta es poesía
sed y agua que calma ansiedades,
si supieras cómo te amo,
si supieras cuánto te espero
de seguro que vendrías presto
como vienes dichosa entre las letras
de una infantil suma de emociones.
Tu carta es poesía y tú,
el universo que calma con amor las noches tristes.

Julio César Vásquez

viernes, 14 de noviembre de 2025

LOS INICIADORES


El 4 de noviembre de 1964, el gobierno de Víctor Paz Estenssoro del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), era derrocado mediante un sangriento golpe militar encabezado por el Gral. René Barrientos Ortuño.

Tenía ocho años de edad, y pude ver los combates en la zona el Tejar, desde la terraza de la casa de mis padres. Los aviones de caza Mustang de la Fuerza Aérea de Bolivia (FAB), descendían en vuelo rasante desde la zona de la Portada, ametrallando a los trabajadores fabriles y las milicias armadas del MNR, quienes a la vez, respondían con sus armas de fuego resistiendo el golpe militar. Los muertos y heridos en el combate, eran evacuados en frazadas por los combatientes y vecinos del lugar.

Una vez que el gobierno militar se impuso, a los pocos días, los efectivos militares con el objetivo de requisar el armamento, procedieron a allanar los domicilios de las zonas populares que resistieron al golpe militar, al mismo tiempo que también dispusieron detener a los que consideraban sospechosos de ser combatientes. Algunos vecinos desaparecieron del lugar, algunos partieron al exilio y otros decidieron pasar a la clandestinidad. Recuerdo que , algunos vecinos decidieron enterrar el armamento en el patio de sus domicilios para evitar ser desarmados por los efectivos del ejército, los que por cierto, no pudieron ser descubiertos, según comentaban posteriormente los vecinos.

Admito que desde entonces, me identifiqué instintivamente con la lucha de los trabajadores fabriles y vecinos del lugar, de la Villa Victoria, la Portada, Munaypata y otros que hicieron frente con armas en la mano al golpe militar del Gral. René Barrientos Ortuño.

En agosto de 1971, cuando tenía mis catorce años, también fui testigo del golpe militar encabezado por el Cnl. Hugo Banzer Suarez en alianza con el MNR y la Falange Socialista Boliviana (FSB), quienes derrocaron al gobierno del Gral. Juan José Torrez Gonzales (de tendencia izquierdista), en cuya gestión, se había instalado La Asamblea Popular como órgano de poder popular de los trabajadores en alianza con los campesinos y demás sectores populares, para dar lugar a la instauración de un gobierno socialista. Históricamente, fue el primer soviet en Bolivia, y para algunos en América Latina.

Me impresionó profundamente la combatividad de los trabajadores mineros, en los fieros combates en el cerro de Laikacota, Miraflores, Villa San Antonio, Villa Armonía. Ví cómo los trabajadores mineros descendieron a pie desde la Ceja de el Alto pasando por la zona de el Tejar, portando algunos fusiles y dinamitas para incorporarse a los combates. Desde las primeras horas de la tarde de aquel día, los aviones Mustang de la FAB, ametrallaban el cerro de Laikacota, donde se combatían los que defendían al gobierno del Gral. Juan José Torrez Gonzales y a la Asamblea Popular, en contra de efectivos militares apostados en el lugar.

Mis padres, cerraron y aseguraron la puerta del acceso a hacia la calle para impedir que pueda salir, seguramente creían que me incorporaría a un grupo de jóvenes de mi barrio (reservistas), que resolvieron organizarse para dirigirse al cerro de Laikacota donde se desarrollaban los encarnizados combates. Al día siguiente, casi al medio día, los aviones Mustang ametrallaron el edificio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), desde donde, los universitarios respondían con fuego de ametralladoras, que después de una asamblea general resolvieron continuar la lucha contra el golpe militar.

De manera instintiva, recuerdo que había tomado partido por los trabajadores, campesinos, estudiantes universitarios. Necesitaba comprender conscientemente las causas de la lucha política, de la violencia, de los golpes de Estado y etcétera. Luego lo haría cuando me incorporé a la “Jota” el año 1974.

Ya en el Colegio Nacional San Simón de Ayacucho, después del golpe de agosto de 1971, pude cerciorarme que existían estudiantes militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), de la Juventud Comunista de Bolivia (JCB) y del Partido Comunista Marxista Leninista de tendencia pro- pequinés, el Parido Obrero Revolucionario (POR). También existían miembros de la Falange Socialista Boliviana (FSB) dirigido por un estudiante procedente de Santa Cruz.

Fue a finales del 1974, que llegó a mis manos el periódico “INTI” del ELN, de parte de un estudiante de apellido Chambi, quien decía que su papá (un sastre) era miembro de la organización en la zona del Cementerio General. Me puse contento, porque al fin podía estar muy cerca de tomar contacto con el ELN. En la misma semana, también me llegó el periódico “TEMPLE” de la JCB, de parte de un estudiante de apellido García, hijo de un trabajador fabril. Empecé a tener acceso a la información sobre las organizaciones de la izquierda revolucionaria que habían sido declarados fuera de la ley por parte de la dictadura militar del gobierno de Hugo Banzer. Al fin podía tener conocimiento sobre las ideas del Comandante Ernesto Che Guevara, sobre el marxismo leninismo, el trotskismo, el maoísmo etcétera.

Los estudiantes ayacuchenses, en su gran mayoría eran enemigos de la dictadura militar, lo expresaban abiertamente sin temor, protagonizando en las calles movilizaciones junto a los demás estudiantes de secundaria de la ciudad de La Paz. Habían sido politizados por los periódicos INTI, TEMPLE y MASAS (Periódico del POR). Los regentes (informantes y soplones), en su mayoría eran agentes del Ministerio de Gobierno. Con excepción de un tal Murguía, que se daba modos para animarnos en la lucha contra la dictadura militar.

Fueron los estudiantes Antonio García y Juan Carlos Ajllahuanca, quienes, una tarde, me invitaron formalmente para incorporarme a las filas de la JCB. Me dijeron que junto a otros del Colegio Nacional San Simón de Ayacucho, formaríamos un “Circulo” para organizarnos en la lucha con la dictadura militar. Fue así que al aceptar con mucho entusiasmo, me dieron un fuerte abrazo de bienvenida. Luego me dijeron el día y hora para reunir a todos los miembros del “Circulo”. Fue así que se constituyó formalmente el “Circulo” con la asistencia de Antonio García, Juan Carlos Ajllahuanca, Freddy Quino, Sixto Fernández (de nacionalidad chilena) y posteriormente Miguel Ariñéz (del Ayacucho nocturno). Después se incorporaron Antonio Mamani y Luis Chambi. Desde un principio, tuvimos la asistencia política de los miembros de la Dirección Regional y Nacional de la JCB y del Partido (Alejandro Campero, Raúl Alarcón, N. Tapia, Elsa Crispín, y Janet Crispín). El Círculo, adoptó el nombre de “Cupertino Caballero” en homenaje a un trabajador minero que murió junto a Rosendo García, defendiendo la sede sindical del Sindicato Minero de Siglo XX en la masacre de la Noche de San Juan cometido por el ejército por orden del Gral. Rene Barrientos Ortuño.

jueves, 16 de octubre de 2025

¿CUÁNDO?

 Salir de mi sótano dolió, 

afuera, hay un fedor

repugnante e insoportable 

a hipócritas, canallas

e impostores.


Dicen que son los únicos 

y verdaderos 

"salvadores de la patria", 

los de "la reserva moral del país",

diferentes, 

a aquellos "salvadores del pasado". 


Hay de mi pueblo y trabajadores, 

cuántos apóstatas, 

hablan, gobiernan y traicionan

en tu nombre. 

¿Cuándo se gobernarán?

 

Ellos, se ceban con tu esfuerzo

y con  desparpajo,

a la luz del día, 

te roban lo poco que tienes. 

¡Rayos! 

¡Están blindados jurídicamente! 

¿Cuándo se gobernarán? 


Carlos Rafael



DECISIÓN IRREVOCABLE

Este poema en versos libres, parece haberse escrito para los falsos socialistas, falsos revolucionarios, falsos en todo. 

Lo encontré por ahí. 

DECISIÓN IRREVOCABLE

Otros se apagaron súbitamente,
prefirieron la muerte con dignidad 
que nunca les llega;
o tal vez, ignoran que ya murieron, 
aun estando en vida.

Otros, sencillamente, 
abjuraron de su pasada condición
de hombres nuevos.
¡Qué cobardía más espantosa!
Nosotros militantes de la vida,
del amor, la sonrisa y la primavera,
continuamos en el irrenunciable
camino de la luminosa utopía,
aunque asome la sombra de la muerte.

En el mejor y en el peor momento
de nuestras vidas,
resolvimos conscientemente
abrazar la todopoderosa ideología
de los trabajadores: la más invencible.

¡Ni un paso atrás!
Los amargados, mojigatos,
genuflexos, hipócritas, rajados,
oportunistas y tránsfugas
que se ceban de la función pública,
desde su espuria comodidad
nos reprochen por no haberlos seguido.
Se ufanan por su "grandísima" proeza,
saltando al otro lado de la colina
para medrar
en las sombras del poder
del viejo Estado, 
junto a quienes nos oprimen.

¡Arriaron la bandera de los pobres!
Pero, aunque no lo admitan,
nos tienen miedo,
nos lanzan sus peores infamias.
¡Inquisidores conspicuos del viejo orden!
Y nosotros, los "eternos conspiradores",
limpios como agua cristalina del manantial,
aromados por la primavera eterna,
y con la sonrisa esperanzadora de un niño. 
Pero, volveremos en oleadas y oleadas de masas, 
para echar abajo el podrido 
viejo orden.

Somos los hombres nuevos, 
avizoramos el horizonte rojo, 
donde las masas insurrectas
barrerán la injusticia, 
la opresión, y la corrupción.

Eso sí, estamos convencidos que al final,
llegará la liberadora luz resplandeciente
de las masas armadas de la fuerza material
de su todopoderosa teoría,
los verdaderos titulares de la ruptura
y sepultureros de la vieja sociedad decadente
degenerada y descompuesta.

A pesar de los recodos y vicisitudes de la brega
Nuestro horizonte es ineluctable.

¡Triunfaremos!

Pinterest

NADA

"No eres nada, si no hiciste nada, 

y nada serás en la vida, 

en el amor, en la lucha, 

en la historia, en el recuerdo,

 en la nostalgia, en la música

 y en la poesía.

¡Fuiste un simple número!"

SOSPECHA

 ¿Quien fue, el que dinamitó

 a la primavera? 

¿Quien fue el que cercenó la sonrisa del pueblo? 

La mayoría sospecha que fue 

un falso  matemático con su

invencible "estrategia envolvente"...

UN GUERRERO NINGUNEADO

Una mañana de invierno, caminada por el Prado paceño hacia la Facultad de Derecho de la UMSA, cuando de pronto me ví con mi amigo y bien cumpa de mis épocas de estudiante universitario. Al verme, se alegró como un niño. Yo también, y nos abrazamos fraternalmente.

La verdad, no nos habíamos visto desde que él, había recuperado su libertad como ex miembro de una organización política, antes que el MAS asuma el Gobierno. 

Le pregunté por su salud, y me dijo que no tenía problemas, salvo sus rodillas que le empezaban a fallar, y para prevenir estaba consumiendo colágeno. Luego, me dijo con mucha sinceridad que le estaba yendo mal, porque no tenía trabajo. 

No sabía qué decirle, porque pensé sinceramente que estaba trabajando en algún Ministerio, porque él, es informático y muy inteligente. Además, él era un hombre de la izquierda. 

En las épocas de las dictaduras militares a riesgo de su vida formó parte de una organización que había elegido la vía no pacífica para conquistar el poder,  Lo detuvieron junto a sus compañeros, y por eso estuvo  recluido en la cárcel.

Me dio mucha bronca saber que estaba desempleado. Sin embargo, hay otros que siempre estuvieron en contra de las luchas populares o fueron neutrales, y que ahora estaban disfrutando del poder en el Estado Plurinacional. Me  pregunté  cómo es posible que estos compañeros fueron excluidos por un gobierno que decía ser de la izquierda reclamando ser socialistas y revolucionarios. 

Quise expresarle mi solidaridad en especie, la verdad, sentí temor debido a que él, era un hombre de principios y valores muy sólidos.  

Quedamos en vernos para intercambiar algunas ideas, y él asintió con la cabeza. Hasta el día de hoy no sé qué será de él, tampoco responde a las llamadas, y menos pude encontrarlo por donde decía que siempre frecuentaba.  Ojalá pueda verlo en estos días, semanas, meses o años. Tal vez.

Carlos Rafael

lunes, 13 de octubre de 2025

TEMPLE

(fragmento) 


Nunca se ha ido tu primavera,

la tienes camuflada debajo de tu otoño.

Nunca renunciaste a tu quimera,

por ella peleaste, ahora somos retoño.


Se alza insurrecta tu primavera,

tu alma se resiste bregando como un niño;

eres todavía en esta era,

rebelde, desafiante, de cara a tu destino.


Cruentos y gloriosos enfrentamientos 

aclaran tu trayecto valiente e imbatible,

siempre evocados esos momentos.

Rendirse o quebrarse ha sido imposible.


(Carlos Rafael)



martes, 9 de septiembre de 2025

LA CAÍDA DEL INTI

9 de septiembre de 2019


LA CAÍDA DEL INTI

Murió el 9 de septiembre de 1969


El cadáver de Inti fue mostrado a los periodistas recién en la noche de ese 9 de septiembre.

Cuando asomaban las primeras luces del alba todo el vecindario de la populosa zona comercial de la calle Santa Cruz, entre Illampu y Max Paredes, se despertó con un intenso tiroteo en la casa marcada con el número 584. Cientos de policías de civil e uniformados cercaban las inmediaciones y disparaban contra una solitaria habitación ubicada en el zaguán por donde se ingresaba a los patios  interiores del inmueble, morada de numerosas familias. Más de una hora después se escuchó una sorda explosión, cesaron los disparos y comenzó el ajetreo de personas y movilidades, los más curiosos que lograron acercarse vieron sacar a un hombre en camilla, que tanto pudo estar muerto como herido de gravedad. Era la mañana del 9 de septiembre de 1969.

El cuartucho en cuestión, con una sola puerta lateral y un ventanuco hacia la calle, servía de precario refugio del hombre más buscado del momento: Guido Álvaro Peredo Leigue, conocido desde su infancia como Inti. Completamente solo se defendió hasta el último cartucho, hasta cuando la explosión de una granada, arrojada por él mismo según el informe oficial o por los atacantes, según otras fuentes, lo silenció permitiendo su captura, no se sabe a ciencia cierta si vivo o muerto. Tampoco se sabe, hasta hoy, si este desenlace fue producto de una delación o el resultado de una cadena de imprudencias o deficiencias del golpeado aparato guerrillero.

En la misma senda. Inti había quedado como heredero natural e indiscutible del comandante guerrillero Ernesto Che Guevara, asesinado el 9 de octubre de 1967, en el poblado de La Higuera. Un puñado de combatientes cubanos y bolivianos lograron salir de los cercos implacables que les fueron tendidos y con el apoyo de una familia campesina pudieron reponerse en la zona de San Isidro (a unos 20 kilómetros de Comarapa) sobre la antigua carretera Cochabamba-Santa Cruz. A fines de diciembre, ataviados como lugareños en un temerario gesto de audacia y sangre fría, Inti y el cubano Leonardo Tamayo Núñez (Urbano) salen a la carretera, conversan con varios soldados desparramados por la zona, piden permiso para subir a la cabina de un camión de carga y se dirigen tranquilamente a Santa Cruz. Allí cambian nuevamente de ropa, se acicalan y abordan el vuelo regular del LAB a Cochabamba, donde Inti toma contacto con su suegro, el escritor Jesús Lara, uno de los dirigentes locales del Partido Comunista. A partir de ahí se organiza el salvamento de los tres guerrilleros restantes y poco después la salida del grupo cubano hacia la frontera con Chile. Inti se queda en el país y desde la clandestinidad se dedica a organizar el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Un tiempo después estuvo en Chile y Cuba, salió y entró a Bolivia sin ser detectado.

Emitió en julio de 1968 el enérgico manifiesto Volveremos a las montañas en el que anuncia la reanudación de la lucha iniciada por el Che, reafirma la validez de la lucha armada guerrillera y arremete duramente contra el Partido Comunista.

Cinco días antes de su captura y muerte, luego de un largo silencio de más de un año, emitió un segundo mensaje escrito acompañado de cintas grabadas con su propia voz. Es de imaginar el tremendo impacto publicitario logrado, prácticamente todos los medios impresos y radiales de la época le dieron cabida, especialmente en Cochabamba y La Paz, donde se distribuyó simultáneamente. El documento de siete carillas, titulado Al pueblo boliviano, empieza manifestando que el ELN tendría como norma invariable la expresión de la verdad y en partes salientes sostenía que desde el asesinato de Che Guevara la situación revolucionaria se había profundizado en el país, que los traidores fueron identificados y que no podrían librarse del castigo. Analizaba también la situación de los diferentes sectores sociales: fabril, minero, universitario, campesino y señalaba las brutales formas represivas que se empleaban contra ellos.

Cambios en la coyuntura. Después de 17 días de la muerte de Inti, Luis Adolfo Siles, vicepresidente civil que había asumido el mando a la muerte de Barrientos en abril de ese año, fue desalojado del efímero poder que ejercía y remplazado por Alfredo Ovando Candia, hasta entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Institución envalentonada con su triunfo sobre el Che y con licencia para torturar, matar o desaparecer prisioneros o a quien se le ponga al frente. Pero a la vez, unas FFAA con serias contradicciones internas, con sectores susceptibles de aliarse con corrientes progresistas y nacionalistas de izquierda, simbolizadas en tal momento por la presencia de Marcelo Quiroga Santa Cruz en el  gabinete golpista. Menos de un mes después del ascenso de Ovando se produjo la nacionalización de la Gulf Oil Company.

Si estos nuevos elementos de la coyuntura política habrían sido tomados en cuenta o no en el análisis táctico de Inti Peredo para su “regreso a las montañas,” queda en el plano de la más pura especulación. Lo cierto es que sus seguidores, pese a los tremendos golpes represivos que sufrieron, se lanzaron a la segunda guerrilla guevarista en julio de 1970, conducidos por Chato, el menor de los Peredo. Teoponte fue una mezcla de trágica inocencia y voluntarismo, concluye el historiador Gustavo Rodríguez, principal investigador del acontecimiento.

El personaje. Guido Álvaro Peredo Leigue nació en Cochabamba en 1938. Pasó la mayor parte de su niñez y primera juventud en Beni. Militó desde muy tierna edad en el PCB, fue miembro de su comité central y primer secretario del comité regional de La Paz. Estuvo entre los primeros militantes que plantearon la lucha armada para enfrentar la violencia estatal desatada contra el pueblo trabajador, especialmente en mayo y septiembre de 1965. A partir de su entrenamiento militar en Cuba, se adhirió a las posiciones “foquistas” y se incorporó a la guerrilla de Ñacahuazú en noviembre de 1966. Su hermano Roberto (Coco), que también descollaba en la lucha guerrillera, cayó en una emboscada cercana a La  Higuera, el 26 de septiembre de 1967. En las tres evaluaciones trimestrales que el Che dejó escritas sobre Inti (foto adjunta) lo califica como “muy bueno”, un “ejemplo” que “ha pasado la doble prueba del sacrificio y el combate”.

Sus restos mortales fueron entregados a la familia Tineo-Leigue y sepultados en una hacienda beniana, donde reposan desde hace medio siglo.

https://www.carlossoriag.com/la-caida-del-inti/?fbclid=IwdGRjcAMt1RZjbGNrAy3Ou2V4dG4DYWVtAjExAAEekDAEO5KAwpvKSQcv92legrtQHCNT-pFGBsHhQ9EFhMGli-L13peFh0pQfrE_aem_I6M5oNjRQ_Q1ZBF8iF4s3g



domingo, 24 de agosto de 2025

POEMA DE TANIA

“Dejar un recuerdo

¿Con qué he de irme, cual flores que fenecen,?

¿Nada será mi nombre alguna vez?

¿Nada dejará en pos de mi en la tierra?

Al menos flores, al menos cantos…

¿como ha de obrar mi corazón?

¿Acaso en vano venimos a vivir, a brotar en la tierra?”

Tamara Bunker

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sábado, 16 de agosto de 2025

LA PROMESA QUE FRANCIA NUNCA CUMPLIÓ A BOLIVIA POR LIBERAR A RÉGIS DEBRAY

Fue necesario un operativo militar secreto para liberar al intelectual francés Régis Debray, quien cumplía en Camiri, Santa Cruz, una condena de 30 años de cárcel que había sido dictaminado por un tribunal militar boliviano en 1967.

Habían pasado casi cuatro años de aquella sentencia, en un juicio polémico que tuvo alcance mediático internacional.
Régis Debray fue acusado de ser cómplice de la guerrilla liderada por el Che Guevara en Bolivia. Los jueces militares lo acusaron de participar en actividades subversivas y conspiración, usando el juicio para tratar de demostrar la influencia del comunismo cubano en América Latina.
En el juicio, Debray defendió que él no era un guerrillero con armas, sino un revolucionario intelectual que apoyaba la lucha ideológica. Explicó que su papel fue más de enseñanza y apoyo ideológico, no de combate directo.
Gobernaba entonces René Barrientos, quien con apoyo estadounidense había logrado terminar con la guerrilla del Che Guevara.
Pero los tiempos ya eran distintos en 1970. El gobierno estaba ahora en manos de Juan José Torres, un militar simpatizante de la izquierda y el nacionalismo popular.
Fue bajo el gobierno de Torres que Debray salió en libertad gracias a una negociación secreta con Francia cuyos compromisos nunca fueron cumplidos por París.
Sobre este episodio, el periódico argentino Página 12 rememoraba en un reportaje de 2007 lo siguiente:
"El agregado militar boliviano en Francia era el general León Kolle Cueto, hermano del ex primer secretario del Partido Comunista de Bolivia. Kolle Cueto fue acreditado debidamente en la cancillería francesa y pidió cita con el ministro de Defensa, Michel Debré. Este jamás lo recibió. Cueto había sido enviado a París a cobrar la recompensa pactada en la negociación destinada a abrir las puertas de la cárcel de Régis Debray."
"El acuerdo era amplio. Francia se había comprometido a entregar lanchas fluviales para la Fuerza Naval boliviana, equipamiento completo para un batallón de ingenieros, entrenamiento a pilotos de la Fuerza Aérea y un hospital militar. Nunca hubo ni lanchas, ni hospital, ni equipos de ningún tipo. Cueto refirió el problema de la cita con el ministro a la cancillería francesa y obtuvo una cita con el canciller Maurice Schumann. El canciller lo recibió y cuando el general le reveló el acuerdo, Schumann le dijo: “Es imposible. Francia no negocia esas cosas”. Cueto se quedó sin el tributo que su país había negociado en medio de circunstancias políticas nacionales muy especiales."
"Uno de los hombres que negociaron el acuerdo con los franceses, que desempeñó un papel preponderante en la posterior liberación de Debray, el ex vicecanciller Fernando Laredo, no recuerda los hechos con ningún encono: 'Los franceses no cumplieron pero eso fue culpa nuestra. Había mucha confusión y demasiados negociadores. Eso fue lo que pasó'”.
"Laredo refirió que la liberación, con o sin acuerdo, fue una decisión política de Torres. 'Sabíamos que si nosotros no lo sacábamos otros militares lo iban a liquidar. Para ellos, Debray era un apoyo sustancial de las guerrillas de América latina, lo que no era cierto. Era una cuestión de principio'."
"La decisión de extraer a Debray de la cárcel la tomó Torres en persona. Pero no fue simple. Ciertos sectores castrenses no querían soltar a Debray. Para conseguirlo se montó una operación al mando del mayor Rubén Sánchez, comandante de los Colorados de Bolivia, el regimiento de escolta presidencial, militar de izquierda y miembro del MNR."
"Fue con un comando a Camiri, donde Debray estaba detenido en una división del ejército desde la cual se dirigían las operaciones contra la guerrilla del Che. Sánchez tomó el edificio y liberó a Debray. “El avión ya estaba listo para llevárselo. Cuando el comando entró en Camiri Debray pensó que venían a matarlo”, cuenta Laredo. El avión partió rumbo a Chile."
El reportaje del periódico Página 12 concluye así el reportaje:
"Debray escribe numerosos ensayos y, como muchos otros ex aventureros de izquierda, sus ideas huelen a salones para damas elegantes y asustadizas que acuden de vez en cuando a los confesionarios. París no entregó jamás las piezas del intercambio. Debray nunca pagó sus deudas. Ni con Bolivia, ni con la historia de América latina."
CON DATOS DE: Elaboración propia y reportaje de Página 12.
FOTO: Debray, (de pie, a la derecha de la imagen), durante el juicio realizado en 1967 en Camiri. Lafoto es de Bettmann Archive

Proyecto Tuja




DECISIÓN IRREVOCABLE

Otros se apagaron súbitamente,
prefirieron la muerte con dignidad
que nunca les llega;
o quizá, ignoran
que ya murieron hace tiempo,
aun estando en la vida.

Otros, sencillamente
abjuraron de su pasada condición
de hombres nuevos.
¡Qué cobardía más espantosa!
Nosotros militantes de la vida,
del amor, la sonrisa y la primavera,
continuamos en el irrenunciable
camino de la luminosa utopía,
aunque asome la sombra de la muerte.

En el mejor y en el peor momento
de nuestras vidas,
resolvimos conscientemente
abrazar la todopoderosa ideología
de los trabajadores: la más invencible.
¡Ni un paso atrás!

Los amargados, mojigatos,
genuflexos, hipócritas, rajados,
oportunistas y tránsfugas
que se ceban de la función pública,
desde su espuria comodidad
nos reprochen por no haberlos seguido.
Se ufanan por su "grandísima" proeza,
saltando al otro lado de la colina
para degustar
de un mendrugo del poder
del viejo Estado,
de quienes nos oprimen.
¡Arriaron la bandera de los pobres!

Pero, aunque no lo admitan,
nos tienen miedo,
nos lanzan sus peores infamias.
¡Inquisidores conspicuos del viejo orden!
Y nosotros, los "eternos conspiradores",
limpios como agua cristalina del manantial,
aromados por la primavera eterna,
y con la sonrisa esperanzadora de un niño.

Volveremos en oleadas y oleadas de masas,
para echar abajo el podrido
viejo orden.

Somos los hombres nuevos,
avizoramos el horizonte rojo,
donde las masas insurrectas
barrerán la injusticia,
la opresión, y la corrupción.

Eso sí, estamos convencidos
que al final,
llegará la liberadora luz resplandeciente
de las masas armadas de la fuerza material
de su todopoderosa ideología,
los verdaderos titulares de la ruptura
y sepultureros de la vieja sociedad decadente
degenerada y descompuesta.

A pesar de los recodos y vicisitudes de la brega
Nuestro horizonte es ineluctable.
¡Triunfaremos!

Pablo Rojas

martes, 12 de agosto de 2025

ALGO SOBRE RAFAEL PUENTE

 Murió el cura jesuita Rafael Puente, un militante del campo popular, que junto a José Pimentel (Bloque Patriótico Popular), Walter Delgadillo (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria-Masas) y Ramiro Barrenechea (Partido Comunista de Bolivia V Congreso) el 30 de abril de 1985 en la ciudad de La Paz, en el I Cabildo Patriótico de Unidad Ejista, fundaron el EJE DE CONVERGENCIA PATRIÓTICA, bajo la memoria  de Juana Azurduy de Padilla, Wilka Zaratey Simón Bolivar, 

A dicho Cabildo Nacional, asistieron mas de 2.500 delegados, obreros, campesinos , capas medias empobrecidas, collas, cambas y chapacos, aymaras, quechuas y guaraníes, reflejando la heterogeneidad étnico cultural de nuestra formación económica social.

En el Cabildo Nacional del Eje de Convergencia Patriótico, se aprobaron  documentos fundamentales, como el Manifiesto por la Segunda y Definitiva Independencia, Las Quince Tarea del Poder Popular y el Pliego Patriótico.  Luego, el Eje de Convergencia Patriótico fue la respuesta al modelo neoliberal del D.S.21060, llegando a influir en posteriores eventos políticos de resistencia al Gobierno de Víctor Paz Estenssoro (MNR). Fue el experimento mas serio sobre la unidad de las organizaciones políticas y del movimiento popular en la linea de la construcción de un instrumento político de contenido popular, revolucionario y antimperialista en el contexto de la concepción de un verdadero bloque popular sin exclusiones y taxonomización de carácter racista.

Sus militantes fueron perseguidos durante el periodo del despliegue del modelo neoliberal, incluso por el populismo indigenista que los excluyó sistemáticamente de los espacios del aparato estatal, cuando el MAS de Evo Morales asumió el gobierno el 2006.

Muchos de los planteamientos programáticos del Eje de Convergencia Patriótica, fueron incorporados de manera distorsionada y confusa en el nuevo texto constitucional por parte de los asesores españoles en la Constituyente del 2007, quienes no dudaron en incorporar normativas vigentes en la legislacion de la España monárquica.

Uno de los principales fundadores del Eje de Convergencia Patriótico, Juan de la Cruz Vilca (Ex primer Ejecutivo de la CSUTCB) fue maltratado por los advenedizos de la izquierda populista indigenista, menospreciando su gran trayectoria de lucha revolucionaria que, incluso, había sido perseguido y detenido por la dictadura de García Meza, 

Si bien Rafael Puente formó parte del gobierno del MAS, seguramente con la esperanza de influir en la linea política del populismo indigenista para profundizar el denominado "proceso de cambio", no pudo hacerlo por la férrea obstaculización de Alvaro García Linera y su entorno de pseudorevolucionarios. Pero, Rafael Puente, lo intentó. Posteriormente al dejar de ser parte del gobierno de Evo Morales, se convirtió en un crítico de su  gestión con bases sólidas e irrebatibles. Luego, los hechos le darían la razón, cuando desde el 21 de febrero de 2016 empezó la decadencia y descomposición del gobierno MAS a la cabeza de Evo Morales y su entorno palaciego.

Rafael Puente, fue un cura comprometido y revolucionario de la generación de aquellos curas que hicieron historia en América Latina, de los cuales hoy ya no existen. Su compromiso incondicional y  estratégico fue con los pobres del campo y de las ciudades, los trabajadores, los campesinos, pueblos y naciones oprimidas de nuestro país. Jamás transigió, eso es incuestionable  para los que le conocimos, fue el hombre nuevo consubstanciado de principios y valores irrenunciables. Por eso no claudicó, ni siquiera ante los advenedizos y oportunistas de la izquierda posmoderna, de la izquierda populista indigenista enarbolada por el titular del falso revolucionario, por el autor de la "estrategia envolvente".




 

viernes, 8 de agosto de 2025

Último reportaje a Sergio Almaraz


La madrugada del 11 de mayo de 1968, en una clínica de la ciudad de La Paz, muere Julio Antonio Sergio Almaraz Paz a sus 39 años, cubierto por la sangre de una nueva hemorragia interna, delirando de dolor, preguntándole a su hermana Margarita: “¿Por qué nos ha ido tan mal en todo?”, según el retrato biográfico de Alejandro Almaraz Ossio.


En diciembre de 1967, el narrador y periodista Alfredo Medrano Rodríguez, a sus 24 años director del suplemento literario de Prensa Libre, realiza lo que vino a ser la última entrevista al célebre escritor y pensador boliviano Sergio Almaraz, autor de los libros El petróleo en Bolivia (1958), El poder y la caída (1967) y Réquiem para una república, libro póstumo publicado en 1969.

El singular reportaje fue publicado originalmente en la sección literaria del diario Prensa Libre, en 1967, bajo el título de “Mientras dura un café corto y tinto”, y ahora forma parte de la obra reunida de Sergio Almaraz en la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia.

La entrevista, por su técnica novedosa, fue elogiada por personalidades de nota, al extremo de que años después influyó en la formación y vocación de una pléyade de periodistas cochabambinos.

Uno de ellos es Wilson García Mérida, quien, al valorar la obra y trayectoria de Alfredo Medrano, que falleció el 16 de abril de 2006, rememoró: “Tal cual se lo reproché tantas veces, acuso hoy nuevamente a Alfredo Medrano de ser el culpable directo de haberme, sin saberlo él, inducido a abrazar este oficio de periodista, del cual me enorgullezco por eso mismo. Todo empezó cuando llegó a mis manos, en mis tiempos de colegial, un viejo ejemplar de la revista Praxis que era dirigida en los años 60 por don Nivardo Paz. En ese añejo número leí la entrevista que un tal Alfredo Medrano había efectuado con Sergio Almaraz Paz.

El reportaje era una pieza literaria insuperable en forma y contenido. Alfredo Medrano había estructurado esa entrevista al estilo de un cuento de Albert Camus, donde Almaraz aparece hablando acerca de la defensa de los recursos naturales y contra la estulticia de la política criolla así como hablaban los ángeles caídos de Anatole France. Fue gracias a esa lectura que me apasioné por Almaraz Paz y descubrí en la obra almaraciana las claves ocultas de un periodismo de investigación que todavía sigue siendo referente lejano para la prensa venal boliviana, que es la dominante inclusive en estos días de cambios que no cambian nada. Y no hallé otro mejor estilo de redacción que el desarrollado en los reportajes de Alfredo Medrano”.

En homenaje a Sergio Almaraz y Alfredo Medrano, tributamos ese memorable reportaje de hace más de media centuria con una vigencia extraordinaria. (WGV)

***

Una mañana de diciembre de 1967 tuve la grata oportunidad de entrevistar a Sergio Almaraz Paz, quien se encontraba de visita en Cochabamba, su tierra natal. Fue en un café.

Para un reportero que todavía anda tanteando, el enfrentamiento con un personaje de reputado talento es una prueba difícil. Acomodado frente a Almaraz, recordé una deducción del periodista español Manuel del Arco, fruto de sus experiencias de interviús con celebridades. “Lo corriente es, decía, que el interrogador y el interrogado sean intelectualmente distintos, unas veces con ventaja para el que pregunta, otras con desventaja. Cuando estamos en desventaja, aprendemos; cuando la ventaja es nuestra, conducimos al diálogo por donde nos da la gana”. Lógicamente, con el autor de El poder y la caída, mi situación era la primera.

Haciendo un ligero análisis de las declaraciones del entrevistado, se puede lograr una idea de su personalidad. Consecuencia, sinceridad y amplitud ecuménica son los rasgos más notables del pensamiento de Sergio Almaraz. Ahí queda imborrable el recuerdo de aquella consecuencia ideológica, tenaz e imperturbable ante todo riesgo. No es menos auténtica aquella sinceridad que impelía al hombre a desahogarse confesando que había caído en errores como el lanzarse a la militancia política en años de briosa y apasionada juventud, antes de que una madurez, fermentada de decepcionantes experiencias, le diera el don de discernir el camino verdadero. Y ahí está su concepción universalista de la revolución, contra tantas acusaciones que pretendían mostrarlo como a un revolucionario del nacionalismo doméstico.

Todas estas virtudes confieren al escritor y revolucionario el sello de lo selecto, en un medio donde la mediocridad intelectual tiene carácter de tradición y donde el juego político está tipificado por la defección y el engaño.

Me parece que este es el reportaje más conciso y sustancioso que he logrado. No tuve necesidad de ornamentarlo con mayor batido figurativo. La valoración de Almaraz no necesita retórica. En cambio su nombre puede servir de recurso calificativo para la ponderación de quienes sigan su luminosa huella, truncada por una muerte cuya patética sorpresa fue el golpe artero de un sicario comisionado por la reacción.

Esta entrevista con el escritor Sergio Almaraz Paz fue celebrada al calor de un café central, en compañía de dos amigos más, con cafetines profundos.

- Buenos días, don Nivardo ¿Cómo le va, don Carlos Berdecio? Mucho gusto de conocerlo, señor Almaraz.

- Encantado.

Mientras conversa mi entrevistado, lo examino.

Reluce una frente despejada, atravesada por vigorosos surcos. Una mandíbula alargada muerde una voz clara, convencida. El nudo de su corbata parece aflojarse con el juego de una prominente nuez.

Viste con mesurada elegancia, algo a la antigua: pantalones a raya alto suspendidos por dilectos tiradores, remarcando la liviandad de un cuerpo delgado.

Nació en Cochabamba, el 19 de diciembre de 1928. Estudió en la escuela Carrillo, La Salle e Instituto Americano.

Llegó hasta el cuarto grado de Derecho en la Universidad Mayor de San Andrés.

- ¿Por qué no concluyó?

- No era mi vocación el Derecho. Debí haber sido sociólogo o economista, aunque temía a las matemáticas.

- Sin embargo el carácter de sus ensayos le exigen un elemental dominio de números.

- Más de teoría económica.

El marxista

Afirman y confirman que Sergio fue un muchacho que tuvo que vencer muchas vallas que la conspiradora pobreza le iba poniendo en el camino. Luchó a fondo. A los 18 se ganaba unos pesos publicando “articulillos”, ayudado por el escritor Jaime Saenz Guzmán. Después trabajó para el Comité Coordinador Interamericano que entonces se encargaba de la propaganda antinazi.

Su adolescencia comenzó a ser alimentada por las enseñanzas del marxismo, bajo la tutela de un pariente suyo: don Nivardo Paz.

- ¿Desde qué edad leía marxismo?

- Desde los catorce, le debo mucho a Nivardo.

- ¿A qué edad fue militante político?

- A los trece, en el PIR. Formaba parte de la Célula 19, teniendo de jefe a José Quiroga Castro. Más tarde abandoné el PIR para fundar el Partido Comunista, al que también renuncié el 56.

- ¿Por qué renunció?

- Porque el partido había llegado a un punto muerto en su proceso ideológico. Además, creo que hay que tener dureza para ser comunista.

- ¿Qué clase de dureza?

- Saber dominar el impulso individualista que hay en todo ser. Tener del partido la misma idea que se tiene de la Iglesia y ejercer más una vocación que una militancia. Al respecto puedo recordar lo que dijo Camus: “Los intelectuales seremos siempre los girondinos de la revolución”.

- ¿Volverá a militar?

- Nunca más cometeré en mi vida el error de ser militante político.

- ¿Marxismo es precisamente sinónimo de izquierda?

- Sí, y la izquierda es revolución.

- ¿Y la revolución?

- La revolución es el socialismo. Mi vida carecería de sentido si no tuviera la posibilidad de comprometerse en una acción militante. Militar al servicio de una causa; saberse soldado de una causa. Esa causa tiene un nombre: revolución; la revolución socialista universal irrestricta que sea capaz de borrar como con una espátula toda la miseria y la estupidez que dominan el mundo actual.

- ¿Hasta dónde pueden llegar los marxistas en lucha individual?

- Los marxistas, a diferencia de los cristianos de izquierda, nos entregamos a la revolución casi desesperados y sabemos que individualmente no podemos esperar tanto. Individualmente estamos perdidos.

- Usted también es nacionalista…

- No existe diferencia cultural alguna, desde el punto de vista de la conciencia, en ser marxista y nacionalista. El nacionalismo es la gran herramienta para la defensa de nuestros países.

- ¿A dónde conduce el nacionalismo?

- El nacionalismo, sin partir de la revolución, conduce a la revolución. Y la acción revolucionaria, para ser marxista y nacionalista, debe expresarse a través de la defensa de los valores nacionales.

Sin necesidad de ser conspiratoria, esta es una reunión donde la palabra “revolución” es la más frecuente; un rato sonora como el bronce de una campana tocada a rebato; otro rato suave como el arrullo de una paloma o estremecedora como la culata de un fusil vomitando fuego.

Hay nostalgia por la revolución en los ojos y en el corazón de los viejos revolucionarios. Lamento y pesar.

- Éramos jóvenes y nos engañaron –acusa una voz.

- Fuimos pecadores –asiente otra.

- Uno de nuestros más grandes pecados fue el 21 de julio –remata la siguiente.

- La revolución del 52 fue también nuestra.

- Pero no supimos reclamar nuestro derecho. Debíamos enrolarnos a ella. Vimos marchar la revolución desde la acera del frente, convencidos de que era una revolución de pequeños burgueses…

Sorben la nostalgia en el café.

Recuerdan una de las figuras poéticas más celebradas de Nicolás Guillén: “Pasó la revolución bajo un arco de machetes”.

El escritor

Almaraz saborea un yogur con miel. Tiene en su haber dos libros; Petróleo en Bolivia y El poder y la caída, ensayo que hace “tentativa de definir la estructura del poder en Bolivia” y que mereció el Premio Municipal de Literatura y Ciencias 1966 de Cochabamba.

Casado. Dos hijos.

Actualmente dirige la revista Clarín Internacional. Está dedicado a preparar la segunda parte del Poder y la caída.

- ¿Cuál es su próxima ambición de escritor?

- Escribir sobre las corrientes ideológicas del pensamiento boliviano.

- ¿Qué literatura le influyó?

- Hasta hoy la literatura soviética: Dostoiesvski, Gorki; los norteamericanos como Hemingway, y en general la literatura social de la época.

- ¿Qué otros escritores le atraen?

- Camus, Sartre, Thomas Mann

- ¿Qué le enseñan ellos?

- Nos ayudan a comprender los fenómenos de conciencia.

- ¿Qué escritor boliviano…?

- Sin pensar dos veces, Carlos Medinacelli. Debe ser el único escritor en el que la obra se confunde con la vida. Sin embargo, hay una conspiración contra él dentro del actual trabajo de los críticos.

- ¿Cómo conspiran?

- Deformando sus valores reales.

- Usted escribió un artículo titulado “Buscando el de profundis de una generación? Le muestra muy pesimista frente a las posibilidades culturales del país. Don Nivardo le replicó en el número 3 de Canata.

- Sí –interviene el aludido-. Lo terrible es que pasa más de cinco años de esa polémica sobre algo que atañe mucho, particularmente a los intelectuales bolivianos, y sin embargo, nadie más ha dicho nada. Este es un signo de la profunda crisis que sufre nuestra cultura.

- Creo que nuestra generación ha fracasado –afirma Almaraz en tono de reproche.

- ¿Por qué? –retruco.

- Porque nacimos tarde a las grandes corrientes en Bolivia, como el nacionalismo y el marxismo. Y nacimos demasiado pronto para enfrentar la crisis que está sacudiendo al mundo. Nuestra preparación humana, cultural, no es sólida para buscar soluciones a estos grandes problemas. Sin embargo, es posible que podamos hacer algunos aportes en el gran campo de la revolución que se avecina.

La entrevista ha durado el tiempo en que pueden secarse cuatro tacitas de café y extinguirse la chispa de unos cigarrillos… sin haber encendido la revolución.

https://www.opinion.com.bo/articulo/ramona/uacute-ltimo-reportaje-sergio-almaraz/20180520175700677577.html

miércoles, 30 de julio de 2025

VOLVEREMOS

Si los viera Hermes, reiría  a carcajadas, 

pero nosotros y los míos nos indignamos.

Ellos no son astutos ni inteligentes, 

son vilmente deshonrantes y execrables.

Lo peor, dizque lo hacen a nombre del pueblo. 


Todo puede suceder en nuestro país, 

hasta un aymara está convencido

que es descendiente de los incas. 

No falta quién afirma sin pudor

y públicamente, que su esposa 

es reencarnación de Bartolina Sisa. 

Lo inverosímil e irrisorio sucede 


Ayer, enemigos de la democracia

hoy, sus paladines a capa  y espada, 

dispuestos a defenderla como sea. 

Todo es posible, son "demócratas."


Incluso, hubo un proceso de cambio 

o  Revolución Democrático cultural, 

sin socialistas, y sin comunistas.

¡Pero, aparentaron de que lo son!

Porque ser socialistas, fundamentalmente

"es tener buenas relaciones"

y, como campeones del pluralismo político

las tuvieron con todos, incluidos, 

con los que eran sus "enemigos políticos".


Ni que decir, de algunos pobres

(no por culpa de ellos)

convertidos en rabiosos anticomunistas 

exigiendo a gritos un gobierno militar

Parece surrealismo político, sin embargo,

es verdad irrebatible


Estupefactos observamos,

el "tigre" se devora a sus hijos.

¡Rayos, no son sus hijos putativos!

son sus engendros, los "trigresillos"

Ellos osaron retarle al "Jefazo",

y este no los perdonó jamas.


Son tiempos de hipócritas y canallas

donde  los que jamás lo fueron

se considera revolucionarios

hasta sus adversarios creen que lo son,

y éstos, ahora son  "los salvadores". 


Tal vez, debemos, ver, esperar. y aceptar, 

(filisteismo político, decía Lenin);

O, como dijera  el poeta clasista, 

Arsenio Maita o R. Barenechea:

"volveré a ser cuando madure el aire". 

Eso haremos, porque el fedor

inevitablemente es bazofia. 


Pablo Rojas